PUEBLOS PARA VISITAR

Luis
PUEBLOS PARA VISITAR

PUEBLOS PARA VISITAR

Calles empedradas y casas bajas. También hay caminos que no llevan a ningún sitio en particular, quizás a un promontorio inmejorable para disfrutar de la vista. Nos pongamos donde nos pongamos siempre descubrimos Tazones como un pueblo distinto, colorista, casi simétrico, en caída suave al mar. La localidad entera es un espejo gigante, y le gusta mirarse desde todas las posiciones. Su reflejo en el mar es romántico, casi narcisista, un punto sin retorno en el que la realidad se bate dulcemente y se evapora. Tazones es un pequeño espacio de color en el cosmos asturiano. Su litoral, duro pero también respetuoso, lo acoge en brazos, lo abraza, y el pueblo ha ido creciendo en este apretón marítimo. Su amistad con el mar le viene de siempre, y las pinturas de sus balcones y ventanas son tan intensas y con tanto brillo que imitan los días de sol abierto sobre su mar cercano. De hecho, cuando nos vamos acercando al pueblo ya intuimos que no vamos a un cualquier sitio, nuestro ánimo es el de exploradores en busca de algo intenso. Desde Villaviciosa tomamos una carretera local pegada a la ría. Más adelante vemos desde las alturas la playa de Rodiles, admirable en proporciones y belleza. De ahí a Tazones descendemos continuamente por una vía asfaltada, con el suspense añadido de sus decenas de curvas en penumbra. La vegetación exhuberante parece que acabará cerrándonos el paso. Pero alcanzamos el nivel del mar de repente como quien descubre por sorpresa la antesala de una gran cueva, en este caso sin túneles de piedra, abierta a un horizonte azulado y paradisiaco con playa incluida. El olor a sidra, marisco y pescados nos alcanza en la vía principal. Existe una oferta apetitosa de chigres y restaurantes que se nutren de la pesca autóctona. Una labor que se trata con mimo y que cuenta con puerto, cofradía, cetárea e instalaciones marineras para su desempeño. Lo que no vemos es ninguna ballena porque Tazones ha dejado atrás esa etapa de puerto ballenero, el que le dio fama de villa intrépida. La fama también le atribuye carácter regio. La realeza de Tazones le viene de herencia. Aquí se dice que desembarcó nada menos que Carlos V, dueño de un imperio inabarcable, en su primer viaje a España el 19 de septiembre de 1517. Imaginamos que su desembarco en el Tazones finito fue como pisar un planeta minúsculo pero muy bello. Llegaba para hacerse cargo de su corona y en Tazones inició el descubrimiento de su reino ibérico. Esta es una de las muchas razones y méritos por las que el pueblo ostenta el título de Conjunto Histórico Artístico del Principado de Asturias. Ahora bien, hay gente que no cree que esto sea un dato histórico, sino algo más cercano a la leyenda, y una postura y otra resultan irreconciliables y suelen alimentar buenas discusiones. Pero sucediera o no, ha cobrado vida propia, ha dado lugar a una tradición festiva. Los vecinos conmemoran anualmente, cada 17 de agosto o día de “San Roquín”, esta fecha señalada con un desembarco simulado de Carlos V. Una escenificación que desde el principio ha atraído a miles de curiosos, así como a un buen dispositivo de prensa ante el carácter de autenticidad que suscita. Junto al personaje ilustre de Carlos V desfilan también, vestidos con trajes de época, numerosos vecinos, representando ser los miembros de su corte y sirvientes. Los detalles están tan bien cuidados que si fuera cierto que Carlos V no hubiese desembarcado aquí, entonces deberíamos no creernos casi nada de lo que sucede en este mundo y renegar de la historia oficial para dar más crédito a la ficción, que también se empeña en existir y suele comprometer a comunidades enteras en devociones ciertas y palpables. El desembarco ficticio se realiza en el marco de las fiestas más importantes de Tazones, que durante los días 15, 16 y 17 de agosto rinden tributo a San Roque. La tradición manda sacar al santo en procesión por la mar, acompañado por los pescadores del pueblo con sus barcas engalanadas. Junto a San Roque se saca también en procesión a la Virgen del Carmen. Entre las construcciones de mérito del pueblo sorprende -no tanto por su solera histórica sino por su inventiva- una casita cargada de conchas, atiborrada de motivos marineros, que ejemplifica a las claras el abrazo irrompible entre Tazones y el mar, el tesón de una familia marinera enamorada del Cantábrico y los moluscos. En los pedreros que circundan la villa descubrimos la primera historia de Tazones, su protohistoria. Nos topamos uno de los más importantes yacimientos de huellas de dinosaurios de toda Europa, una aportación generosa a la cada vez más popular costa jurásica asturiana. En las inmediaciones del faro local encontramos multitud de icnitas tridáctilas que se cruzan en varias direcciones y constituyen varios rastros, así como una huella de arrastre de cola. Por su parte, en la playa vemos otro panel explicativo que nos indica que a unos 120 metros de aquel podemos apreciar los rastros de estos monstruos del pasado. En el acantilado del extremo oeste de Tazones, pocos metros después de rebasar el espigón del puerto, se observa un magnífico ejemplo de falla vertical de composición jurásica. Unos pocos metros más adelante vemos huellas de raíces y paleosuelos. Acercarse a Tazones es una buena idea, y una buena forma de emplear el tiempo libre. La vista se recrea, se come bien, el mar inmediato nos relaja y hay móviles suficientes como para no quedarse sentado un tiempo excesivo, caminar y dejar nuestras huellas anónimas como un buen día dejaron Carlos V o los propios dinosaurios de otra era.
23 paikallista suosittelee
Tazones Asturias
20 Tazones
23 paikallista suosittelee
Calles empedradas y casas bajas. También hay caminos que no llevan a ningún sitio en particular, quizás a un promontorio inmejorable para disfrutar de la vista. Nos pongamos donde nos pongamos siempre descubrimos Tazones como un pueblo distinto, colorista, casi simétrico, en caída suave al mar. La localidad entera es un espejo gigante, y le gusta mirarse desde todas las posiciones. Su reflejo en el mar es romántico, casi narcisista, un punto sin retorno en el que la realidad se bate dulcemente y se evapora. Tazones es un pequeño espacio de color en el cosmos asturiano. Su litoral, duro pero también respetuoso, lo acoge en brazos, lo abraza, y el pueblo ha ido creciendo en este apretón marítimo. Su amistad con el mar le viene de siempre, y las pinturas de sus balcones y ventanas son tan intensas y con tanto brillo que imitan los días de sol abierto sobre su mar cercano. De hecho, cuando nos vamos acercando al pueblo ya intuimos que no vamos a un cualquier sitio, nuestro ánimo es el de exploradores en busca de algo intenso. Desde Villaviciosa tomamos una carretera local pegada a la ría. Más adelante vemos desde las alturas la playa de Rodiles, admirable en proporciones y belleza. De ahí a Tazones descendemos continuamente por una vía asfaltada, con el suspense añadido de sus decenas de curvas en penumbra. La vegetación exhuberante parece que acabará cerrándonos el paso. Pero alcanzamos el nivel del mar de repente como quien descubre por sorpresa la antesala de una gran cueva, en este caso sin túneles de piedra, abierta a un horizonte azulado y paradisiaco con playa incluida. El olor a sidra, marisco y pescados nos alcanza en la vía principal. Existe una oferta apetitosa de chigres y restaurantes que se nutren de la pesca autóctona. Una labor que se trata con mimo y que cuenta con puerto, cofradía, cetárea e instalaciones marineras para su desempeño. Lo que no vemos es ninguna ballena porque Tazones ha dejado atrás esa etapa de puerto ballenero, el que le dio fama de villa intrépida. La fama también le atribuye carácter regio. La realeza de Tazones le viene de herencia. Aquí se dice que desembarcó nada menos que Carlos V, dueño de un imperio inabarcable, en su primer viaje a España el 19 de septiembre de 1517. Imaginamos que su desembarco en el Tazones finito fue como pisar un planeta minúsculo pero muy bello. Llegaba para hacerse cargo de su corona y en Tazones inició el descubrimiento de su reino ibérico. Esta es una de las muchas razones y méritos por las que el pueblo ostenta el título de Conjunto Histórico Artístico del Principado de Asturias. Ahora bien, hay gente que no cree que esto sea un dato histórico, sino algo más cercano a la leyenda, y una postura y otra resultan irreconciliables y suelen alimentar buenas discusiones. Pero sucediera o no, ha cobrado vida propia, ha dado lugar a una tradición festiva. Los vecinos conmemoran anualmente, cada 17 de agosto o día de “San Roquín”, esta fecha señalada con un desembarco simulado de Carlos V. Una escenificación que desde el principio ha atraído a miles de curiosos, así como a un buen dispositivo de prensa ante el carácter de autenticidad que suscita. Junto al personaje ilustre de Carlos V desfilan también, vestidos con trajes de época, numerosos vecinos, representando ser los miembros de su corte y sirvientes. Los detalles están tan bien cuidados que si fuera cierto que Carlos V no hubiese desembarcado aquí, entonces deberíamos no creernos casi nada de lo que sucede en este mundo y renegar de la historia oficial para dar más crédito a la ficción, que también se empeña en existir y suele comprometer a comunidades enteras en devociones ciertas y palpables. El desembarco ficticio se realiza en el marco de las fiestas más importantes de Tazones, que durante los días 15, 16 y 17 de agosto rinden tributo a San Roque. La tradición manda sacar al santo en procesión por la mar, acompañado por los pescadores del pueblo con sus barcas engalanadas. Junto a San Roque se saca también en procesión a la Virgen del Carmen. Entre las construcciones de mérito del pueblo sorprende -no tanto por su solera histórica sino por su inventiva- una casita cargada de conchas, atiborrada de motivos marineros, que ejemplifica a las claras el abrazo irrompible entre Tazones y el mar, el tesón de una familia marinera enamorada del Cantábrico y los moluscos. En los pedreros que circundan la villa descubrimos la primera historia de Tazones, su protohistoria. Nos topamos uno de los más importantes yacimientos de huellas de dinosaurios de toda Europa, una aportación generosa a la cada vez más popular costa jurásica asturiana. En las inmediaciones del faro local encontramos multitud de icnitas tridáctilas que se cruzan en varias direcciones y constituyen varios rastros, así como una huella de arrastre de cola. Por su parte, en la playa vemos otro panel explicativo que nos indica que a unos 120 metros de aquel podemos apreciar los rastros de estos monstruos del pasado. En el acantilado del extremo oeste de Tazones, pocos metros después de rebasar el espigón del puerto, se observa un magnífico ejemplo de falla vertical de composición jurásica. Unos pocos metros más adelante vemos huellas de raíces y paleosuelos. Acercarse a Tazones es una buena idea, y una buena forma de emplear el tiempo libre. La vista se recrea, se come bien, el mar inmediato nos relaja y hay móviles suficientes como para no quedarse sentado un tiempo excesivo, caminar y dejar nuestras huellas anónimas como un buen día dejaron Carlos V o los propios dinosaurios de otra era.
Lastres, en el concejo de Colunga, se ha sumado la primavera 2014 al selecto club de los “Pueblos más bonitos de España”. Sigue albergando una de las estampas portuarias más famosas de Asturias. Los barcos pesqueros con el fondo escalonado de una bella localidad marinera, conforman una de las imágenes más representativas de la esencia marítima de la región. Calles en su mayoría estrechas y angostas, empedradas como las de antes y siempre en pendiente, son las mil y un arterias pequeñas por las que transita la vida social de unos hogares que parecen colgar hacia el abismo y que desde siempre han tenido en el mar el reflejo exacto de su propia inclinación. Destacan las hermosas balconadas por doquier y la cercanía de las casas entre sí, que parecen haber sido construídas para arroparse mutuamente de los embites del Cantábrico. El laberinto es de paredes blancas, salitre y caprichosas simetrías. Se cuentan en Lastres más angulos y perspectivas que en ningún otra villa de las inmediaciones. El puerto de Lastres Casi desde cualquier punto se divisa el bello puerto lastrino. Actualmente, alrededor de medio centenar de embarcaciones atracan allí. Después de ser remodelado en 1995 con la construcción de un espigón de 55 metros, se sitúa a la cabeza de actividad en la franja costera oriental. Las aproximadamente 400 toneladas de pescado anuales, con 8 toneladas al mes de merluza, 6 de congrio y 5 de rape y salmonete, siguen permitiendo que a la cofradía lastrina le cuadren las cuentas y que el pueblo siga presumiendo de vivir de cara al mar, como siempre. En en los círculos balleneros siempre ocupó Lastres un lugar destacado, también sirvió de fortín ante posibles invasiones por mar. De ahí que antaño tuviera un fuerte, conocido como “El Castillo”, del cual aún se conservan parte de sus muros. Hoy en día la tradición pesquera sigue alimentando su leyenda. Las especies marinas, una vez que son desembarcadas en puerto, salen a la venta en una popular subasta que, día tras día, se sucede en la lonja de pescado. Pescaderos venidos de todos los lugares de la región encuentran una garantía para sus ventas en la actividad marinera de una localidad con una curtida experiencia en la pesca de bajura y de altura. Recientemente, y para dar mayor empuje a su propia realidad marinera, se aprecian atisbos de recuperación conservera con una iniciativa de carácter artesano integrada en las instalaciones del muelle y que ya saca al mercado 3.500 kilogramos de anchoas al año. La nueva empresa se nutre exclusivamente de las capturas de barcos locales, y su proceso artesano y laborioso estará destinado a las tiendas de “delicatessen”. Se da, así, un primer paso para contrarrestar la huida del capital pesquero y rescatar parte de la importancia alcanzada por las conserveras locales a principios del siglo XX. Por aquel entonces se contabilizaban en Lastres 10 empresas de este tipo, cuyos vestigios y ruinas aún se dejan ver en las inmediaciones del muelle. En el puerto de Lastres, a pesar de las cifras menguantes de la pesca de las que se habla día sí día no, no se tiran por la borda las posibilidades que aún cabe esperar del sector. Las exigencias del turismo naútico y las nuevas perspectivas comerciales que se abren en la comarca, también colocan a esta rica villa en la actualidad marítima del oriente de Asturias. El pueblo de Lastres Lastres está declarado Conjunto Histórico, lo que también le convierte en un punto de interés turístico. Es sin duda una buena estancia. A la agradecida brisa marinera y a la bella formación del núcleo urbano, cabe añadir un buen número de argumentos gastronómicos, ya que siguen teniendo presencia restaurantes especializados en todo tipo de pescado. La cocina lastrina es deudora de su puerto, de las redes, nasas y anzuelos, pero también del saber culinario de las casas, que durante siglos han tenido en el pescado el primero y más sabroso de sus platos. Un buen plato de pescado es aquí una garantía y picamos por propia convicción. Si tiene tiempo acérquese a la Torre del Reloj, una emblemática torre que conjuga las funciones de campanario y lugar de vigía, construida en 1751, y reconstruida gracias al esfuerzo de un grupo de mujeres. También es interesante la visita a la Iglesia parroquial de Santa María de Sábada, de 1751, que entremezcla los estilos clásico y barroco, o las ermitas de San José, San Roque (donde está localizado un hermoso mirador del puerto y el litoral colungués) y el Buen Suceso. Casonas y palacios como el de la familia Victorero, del s.XVIII, el de los Robledo, de principios del s.XVIII, y el de los Vallados, del s.XVIII, es otra riqueza,de tipo cultural, con la que cuenta esta villa. Lastres y su costa adyacente se asientan además sobre los acantilados con más historia de la región. Los terrenos terciarios del jurásico son otra alternativa posible para acercarse hasta aquí, incluyendo la playa de la Griega, con imponentes huellas de dinosaurios.
61 paikallista suosittelee
Lastres
61 paikallista suosittelee
Lastres, en el concejo de Colunga, se ha sumado la primavera 2014 al selecto club de los “Pueblos más bonitos de España”. Sigue albergando una de las estampas portuarias más famosas de Asturias. Los barcos pesqueros con el fondo escalonado de una bella localidad marinera, conforman una de las imágenes más representativas de la esencia marítima de la región. Calles en su mayoría estrechas y angostas, empedradas como las de antes y siempre en pendiente, son las mil y un arterias pequeñas por las que transita la vida social de unos hogares que parecen colgar hacia el abismo y que desde siempre han tenido en el mar el reflejo exacto de su propia inclinación. Destacan las hermosas balconadas por doquier y la cercanía de las casas entre sí, que parecen haber sido construídas para arroparse mutuamente de los embites del Cantábrico. El laberinto es de paredes blancas, salitre y caprichosas simetrías. Se cuentan en Lastres más angulos y perspectivas que en ningún otra villa de las inmediaciones. El puerto de Lastres Casi desde cualquier punto se divisa el bello puerto lastrino. Actualmente, alrededor de medio centenar de embarcaciones atracan allí. Después de ser remodelado en 1995 con la construcción de un espigón de 55 metros, se sitúa a la cabeza de actividad en la franja costera oriental. Las aproximadamente 400 toneladas de pescado anuales, con 8 toneladas al mes de merluza, 6 de congrio y 5 de rape y salmonete, siguen permitiendo que a la cofradía lastrina le cuadren las cuentas y que el pueblo siga presumiendo de vivir de cara al mar, como siempre. En en los círculos balleneros siempre ocupó Lastres un lugar destacado, también sirvió de fortín ante posibles invasiones por mar. De ahí que antaño tuviera un fuerte, conocido como “El Castillo”, del cual aún se conservan parte de sus muros. Hoy en día la tradición pesquera sigue alimentando su leyenda. Las especies marinas, una vez que son desembarcadas en puerto, salen a la venta en una popular subasta que, día tras día, se sucede en la lonja de pescado. Pescaderos venidos de todos los lugares de la región encuentran una garantía para sus ventas en la actividad marinera de una localidad con una curtida experiencia en la pesca de bajura y de altura. Recientemente, y para dar mayor empuje a su propia realidad marinera, se aprecian atisbos de recuperación conservera con una iniciativa de carácter artesano integrada en las instalaciones del muelle y que ya saca al mercado 3.500 kilogramos de anchoas al año. La nueva empresa se nutre exclusivamente de las capturas de barcos locales, y su proceso artesano y laborioso estará destinado a las tiendas de “delicatessen”. Se da, así, un primer paso para contrarrestar la huida del capital pesquero y rescatar parte de la importancia alcanzada por las conserveras locales a principios del siglo XX. Por aquel entonces se contabilizaban en Lastres 10 empresas de este tipo, cuyos vestigios y ruinas aún se dejan ver en las inmediaciones del muelle. En el puerto de Lastres, a pesar de las cifras menguantes de la pesca de las que se habla día sí día no, no se tiran por la borda las posibilidades que aún cabe esperar del sector. Las exigencias del turismo naútico y las nuevas perspectivas comerciales que se abren en la comarca, también colocan a esta rica villa en la actualidad marítima del oriente de Asturias. El pueblo de Lastres Lastres está declarado Conjunto Histórico, lo que también le convierte en un punto de interés turístico. Es sin duda una buena estancia. A la agradecida brisa marinera y a la bella formación del núcleo urbano, cabe añadir un buen número de argumentos gastronómicos, ya que siguen teniendo presencia restaurantes especializados en todo tipo de pescado. La cocina lastrina es deudora de su puerto, de las redes, nasas y anzuelos, pero también del saber culinario de las casas, que durante siglos han tenido en el pescado el primero y más sabroso de sus platos. Un buen plato de pescado es aquí una garantía y picamos por propia convicción. Si tiene tiempo acérquese a la Torre del Reloj, una emblemática torre que conjuga las funciones de campanario y lugar de vigía, construida en 1751, y reconstruida gracias al esfuerzo de un grupo de mujeres. También es interesante la visita a la Iglesia parroquial de Santa María de Sábada, de 1751, que entremezcla los estilos clásico y barroco, o las ermitas de San José, San Roque (donde está localizado un hermoso mirador del puerto y el litoral colungués) y el Buen Suceso. Casonas y palacios como el de la familia Victorero, del s.XVIII, el de los Robledo, de principios del s.XVIII, y el de los Vallados, del s.XVIII, es otra riqueza,de tipo cultural, con la que cuenta esta villa. Lastres y su costa adyacente se asientan además sobre los acantilados con más historia de la región. Los terrenos terciarios del jurásico son otra alternativa posible para acercarse hasta aquí, incluyendo la playa de la Griega, con imponentes huellas de dinosaurios.
Casas de indianos, palacios y jardines, anfiteatro, puerto y playas de ensueño, muy vírgenes, el lenguaje ‘pixueto', el ‘curadillo'…tierra y mar, pesca y ganado, indianos, guisos marineros. Una vida ecléctica y sorprendente. Así es Cudillero El anfiteatro de su capital, Cudillero, es uno de los más afamados, admirado y fotografiados de las villas marineras del norte de España, y claro exponente del origen marinero y de la tradición pesquera de este pueblo recóndito, como escondido en un abrigo natural, conocido también como Villa Pixueta, en alusión al argot socio-lingüístico único que desde siempre ha servido para comunicarse a esta singular comunidad. Un paseo por la villa es imprescindible: monumentos, casas de pescadores donde cuelgan los típicos ‘curadillos' - peces, normalmente pequeños escualos, deshidratados al aire (forma primitiva de conservación), que constituyen un manjar único y muy típico -, tiendas, el faro, el puerto, un aperitivo o comida marinera…Y como complemento un paseo por el concejo nos lleva a paraísos únicos como la Playa del Silencio, la de Gueirúa, la Concha de Artedo, la de San Pedro de la Ribera, y a las inigualables vistas panorámicas del Cabo Vidio, uno de los grandes promontorios y acantilados de la costa asturiana. Aunque no sólo las playas tienen encanto en Cudillero; una visita al Valle de Faedo, o en plan más cultural al Palacio de los Selgas en el Pito nos da idea de la riqueza natural y cultural de este concejo.
132 paikallista suosittelee
Cudillero
132 paikallista suosittelee
Casas de indianos, palacios y jardines, anfiteatro, puerto y playas de ensueño, muy vírgenes, el lenguaje ‘pixueto', el ‘curadillo'…tierra y mar, pesca y ganado, indianos, guisos marineros. Una vida ecléctica y sorprendente. Así es Cudillero El anfiteatro de su capital, Cudillero, es uno de los más afamados, admirado y fotografiados de las villas marineras del norte de España, y claro exponente del origen marinero y de la tradición pesquera de este pueblo recóndito, como escondido en un abrigo natural, conocido también como Villa Pixueta, en alusión al argot socio-lingüístico único que desde siempre ha servido para comunicarse a esta singular comunidad. Un paseo por la villa es imprescindible: monumentos, casas de pescadores donde cuelgan los típicos ‘curadillos' - peces, normalmente pequeños escualos, deshidratados al aire (forma primitiva de conservación), que constituyen un manjar único y muy típico -, tiendas, el faro, el puerto, un aperitivo o comida marinera…Y como complemento un paseo por el concejo nos lleva a paraísos únicos como la Playa del Silencio, la de Gueirúa, la Concha de Artedo, la de San Pedro de la Ribera, y a las inigualables vistas panorámicas del Cabo Vidio, uno de los grandes promontorios y acantilados de la costa asturiana. Aunque no sólo las playas tienen encanto en Cudillero; una visita al Valle de Faedo, o en plan más cultural al Palacio de los Selgas en el Pito nos da idea de la riqueza natural y cultural de este concejo.
Ribadesella, piragüismo y arte rupestre Esta atractiva villa del oriente de Asturias es muy famosa por dos hitos irrenunciables e irrepetibles: por ser el enclave donde se encuentra la prehistórica Cueva de Tito Bustillo, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad por la importancia de las pinturas, grabados y otras manifestaciones de arte rupestre. Además a 250 metros de la entrada de esta Cueva, se encuentra el Centro de Arte Rupestre "Tito Bustillo", con una exposición permanente sobre este valiosísimo conjunto artístico. Y por si esto fuera poco, Ribadesella es meta de una de las carreras de piraguas más conocidas en el mundo, el Descenso Internacional del Sella, que se celebra cada año el primer sábado de agosto, y que es la única fiesta asturiana declarada de Interés Turístico Internacional. El río Sella, que se convierte en ría al surcar el corazón de la villa, marca la vida y el paisaje de este emblemático pueblo marinero, que tradicionalmente ha vivido de la pesca, tanto marítima como fluvial. La caza de la ballena, la pesca en alta mar, de bajura y del salmón, su industria sazonera y su comercio marítimo impregnan un agradable casco histórico. Además la vinculación al Cantábrico tiene su reflejo en seis paneles de cerámica del afamado dibujante y humorista gráfico Antonio Mingote en el paseo de la Grúa. En un recorrido marítimo podrás conocer otros hitos de esta villa como el paseo a pie de ría que lleva el nombre de Princesa Letizia, dado que la actual reina de España pasó gran parte de los veranos de su infancia y juventud en esta villa (de ahí también que se produzcan allí unas galletas riquísimas llamadas Letizias). También está el Paseo de los Vencedores, en el entorno de la meta del famoso Descenso Internacional del Sella, o la Ruta de los Dinosaurios en la Punta'l Pozu. Además, este soleyero pueblo tiene lugares espléndidos para disfrutar del "terraceo", la buena mesa, las copas, o para dar vueltas inolvidables como el paseo de la Grúa, el de la playa de Santa Marina con sus espectaculares edificaciones indianas, el Mirador y capilla de Guía, la playa de la Atalaya… Y una ventaja: Ribadesella siempre está muy ambientada, especialmente en la primavera-verano, ya que en esta época es una fiesta permanente o te ofrece un sinfín de conciertos, actividades culturales, jornadas gastronómicas, etc. En definitiva, es una villa con una intensa oferta histórica, cultural, marinera, deportiva, gastronómica y social.
100 paikallista suosittelee
Ribadesella
100 paikallista suosittelee
Ribadesella, piragüismo y arte rupestre Esta atractiva villa del oriente de Asturias es muy famosa por dos hitos irrenunciables e irrepetibles: por ser el enclave donde se encuentra la prehistórica Cueva de Tito Bustillo, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad por la importancia de las pinturas, grabados y otras manifestaciones de arte rupestre. Además a 250 metros de la entrada de esta Cueva, se encuentra el Centro de Arte Rupestre "Tito Bustillo", con una exposición permanente sobre este valiosísimo conjunto artístico. Y por si esto fuera poco, Ribadesella es meta de una de las carreras de piraguas más conocidas en el mundo, el Descenso Internacional del Sella, que se celebra cada año el primer sábado de agosto, y que es la única fiesta asturiana declarada de Interés Turístico Internacional. El río Sella, que se convierte en ría al surcar el corazón de la villa, marca la vida y el paisaje de este emblemático pueblo marinero, que tradicionalmente ha vivido de la pesca, tanto marítima como fluvial. La caza de la ballena, la pesca en alta mar, de bajura y del salmón, su industria sazonera y su comercio marítimo impregnan un agradable casco histórico. Además la vinculación al Cantábrico tiene su reflejo en seis paneles de cerámica del afamado dibujante y humorista gráfico Antonio Mingote en el paseo de la Grúa. En un recorrido marítimo podrás conocer otros hitos de esta villa como el paseo a pie de ría que lleva el nombre de Princesa Letizia, dado que la actual reina de España pasó gran parte de los veranos de su infancia y juventud en esta villa (de ahí también que se produzcan allí unas galletas riquísimas llamadas Letizias). También está el Paseo de los Vencedores, en el entorno de la meta del famoso Descenso Internacional del Sella, o la Ruta de los Dinosaurios en la Punta'l Pozu. Además, este soleyero pueblo tiene lugares espléndidos para disfrutar del "terraceo", la buena mesa, las copas, o para dar vueltas inolvidables como el paseo de la Grúa, el de la playa de Santa Marina con sus espectaculares edificaciones indianas, el Mirador y capilla de Guía, la playa de la Atalaya… Y una ventaja: Ribadesella siempre está muy ambientada, especialmente en la primavera-verano, ya que en esta época es una fiesta permanente o te ofrece un sinfín de conciertos, actividades culturales, jornadas gastronómicas, etc. En definitiva, es una villa con una intensa oferta histórica, cultural, marinera, deportiva, gastronómica y social.
Luarca, blanca y radiante Según un dicho muy popular y arraigado, Luarca es la villa blanca de la costa verde, y es que lo primero que te llamará la atención es el blanco como color predominante cuando echas un vistazo general a esta ilustre villa. Sin duda es la más blanca de toda la costa asturiana. Si llegas a Luarca por la zona de Villar, sus casas indianas te ofrecen un recorrido por las residencias de aquellos asturianos que emigraron a las Indias y regresaron con fortuna. Al caminar por la atalaya verás dónde los oriundos se reunían para encender los fuegos y orientar a los barcos antes de construir el faro en la punta de Focicón en 1862. Además podrás admirar su cementerio, sobre una colina, que está considerado uno de los más bellos de España por sus espectaculares vistas al mar y donde descansan los restos del Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa, padre de la genómica moderna. Muy cerca se encuentra la Mesa de Mareantes, en la que los antiguos marineros debatían sobre la conveniencia de salir al mar en función de las inclemencias meteorológicas. Otros descubrimientos serán el barrio de pescadores El Cambaral, o el Parque de la Vida, donde conocerás mejor el planeta Tierra, el espacio y el mar en un recorrido de casi dos kilómetros. Los jardines de la Fonte Baixa, considerados como el botánico privado más grande de España, son otros de los grandes atractivos de esta villa escalonada y surgida entre promontorios naturales, que compone un paisaje de ensueño. Famosa por sus puentes y también por la leyenda de alguno de ellos, como la del Puente del Beso - que tiene como protagonistas a dos enamorados -, Luarca te invita a curiosear la entrada y salida de barcos y a disfrutar de sus restaurantes a pie de mar. Así es la Villa Blanca. Surcada por el río Negro, con hermosas playas, y con importante puerto pesquero y deportivo, es ante todo, una villa marinera con solera donde las haya y una de las más animadas de toda la costa asturiana. No en vano celebra en agosto dos citas ineludibles: las fiestas de Nuestra Señora del Rosario y las de San Timoteo, ambas declaradas de Interés Turístico.
46 paikallista suosittelee
Luarca
46 paikallista suosittelee
Luarca, blanca y radiante Según un dicho muy popular y arraigado, Luarca es la villa blanca de la costa verde, y es que lo primero que te llamará la atención es el blanco como color predominante cuando echas un vistazo general a esta ilustre villa. Sin duda es la más blanca de toda la costa asturiana. Si llegas a Luarca por la zona de Villar, sus casas indianas te ofrecen un recorrido por las residencias de aquellos asturianos que emigraron a las Indias y regresaron con fortuna. Al caminar por la atalaya verás dónde los oriundos se reunían para encender los fuegos y orientar a los barcos antes de construir el faro en la punta de Focicón en 1862. Además podrás admirar su cementerio, sobre una colina, que está considerado uno de los más bellos de España por sus espectaculares vistas al mar y donde descansan los restos del Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa, padre de la genómica moderna. Muy cerca se encuentra la Mesa de Mareantes, en la que los antiguos marineros debatían sobre la conveniencia de salir al mar en función de las inclemencias meteorológicas. Otros descubrimientos serán el barrio de pescadores El Cambaral, o el Parque de la Vida, donde conocerás mejor el planeta Tierra, el espacio y el mar en un recorrido de casi dos kilómetros. Los jardines de la Fonte Baixa, considerados como el botánico privado más grande de España, son otros de los grandes atractivos de esta villa escalonada y surgida entre promontorios naturales, que compone un paisaje de ensueño. Famosa por sus puentes y también por la leyenda de alguno de ellos, como la del Puente del Beso - que tiene como protagonistas a dos enamorados -, Luarca te invita a curiosear la entrada y salida de barcos y a disfrutar de sus restaurantes a pie de mar. Así es la Villa Blanca. Surcada por el río Negro, con hermosas playas, y con importante puerto pesquero y deportivo, es ante todo, una villa marinera con solera donde las haya y una de las más animadas de toda la costa asturiana. No en vano celebra en agosto dos citas ineludibles: las fiestas de Nuestra Señora del Rosario y las de San Timoteo, ambas declaradas de Interés Turístico.
Una capital y villa marinera de impresionante casco histórico, tradición marinera, etnografía, folclore, gastronomía, playas y montañas que miran a los picos de Europa. Cultura tradicional y de vanguardia, historias de indianos y cineastas enamorados…Y mucho más. Así es Llanes ‘Con Llanes todo, sin Llanes nada, fuera de Llanes todo se acaba…'. Tal vez esta estrofa popular resume la esencia de un territorio y el espíritu de sus habitantes. El concejo de Llanes, que pasa por ser uno de los de mayor tradición turística de Asturias, atesora en su villa capitalina uno de los cascos históricos mejor conservados de todo el Principado, en el que reúne un gran número de palacios y casas blasonadas, además de la Basílica y un sinfín de tiendas, restaurantes y sidrerías que convierten el lugar histórico en un ir y venir de gente todo el año. El casino, la torre medieval, el paseo de San Pedro, la playa del Sablón, el palacio del Duque de Estrada, el faro, el puerto, los Cubos de la Memoria, etc. componen un conjunto que hace de esta villa marinera una de las más bellas del norte de la Península Ibérica. Y si bella es la capital, el municipio no desmerece en absoluto y tiene de todo: el itinerario Llanes de cine, la ruta de los bufones, la ruta de los colores por el valle Oscuru, el Camín Encantáu en Ardisana, la ruta del río Purón, la senda La Cuesta - en el entorno del campo de golf -, la senda costera entre Bustio y Guadamía, el Idolo de Peña Tú… y más de treinta playas de espectacular paisaje - pequeñas calas o grandes arenales-, donde se pueden practicar todo tipo de deportes náuticos, y que sin duda son una de las joyas naturales del municipio y uno de los atractivos más demandados por los viajeros y por los artistas (son numerosos los directores de cine, televisión, publicidad, etc. que las han elegido para sus obras). Sin olvidar la gran cultura tradicional y folclórica del municipio, muy viva en sus aldeas, que hacen de la gaita, el traje de llanisca, la cocina tradicional, las leyendas, la literatura, el cine o las fascinantes historias de indianos, un universo único e irrepetible.
86 paikallista suosittelee
Llanes
86 paikallista suosittelee
Una capital y villa marinera de impresionante casco histórico, tradición marinera, etnografía, folclore, gastronomía, playas y montañas que miran a los picos de Europa. Cultura tradicional y de vanguardia, historias de indianos y cineastas enamorados…Y mucho más. Así es Llanes ‘Con Llanes todo, sin Llanes nada, fuera de Llanes todo se acaba…'. Tal vez esta estrofa popular resume la esencia de un territorio y el espíritu de sus habitantes. El concejo de Llanes, que pasa por ser uno de los de mayor tradición turística de Asturias, atesora en su villa capitalina uno de los cascos históricos mejor conservados de todo el Principado, en el que reúne un gran número de palacios y casas blasonadas, además de la Basílica y un sinfín de tiendas, restaurantes y sidrerías que convierten el lugar histórico en un ir y venir de gente todo el año. El casino, la torre medieval, el paseo de San Pedro, la playa del Sablón, el palacio del Duque de Estrada, el faro, el puerto, los Cubos de la Memoria, etc. componen un conjunto que hace de esta villa marinera una de las más bellas del norte de la Península Ibérica. Y si bella es la capital, el municipio no desmerece en absoluto y tiene de todo: el itinerario Llanes de cine, la ruta de los bufones, la ruta de los colores por el valle Oscuru, el Camín Encantáu en Ardisana, la ruta del río Purón, la senda La Cuesta - en el entorno del campo de golf -, la senda costera entre Bustio y Guadamía, el Idolo de Peña Tú… y más de treinta playas de espectacular paisaje - pequeñas calas o grandes arenales-, donde se pueden practicar todo tipo de deportes náuticos, y que sin duda son una de las joyas naturales del municipio y uno de los atractivos más demandados por los viajeros y por los artistas (son numerosos los directores de cine, televisión, publicidad, etc. que las han elegido para sus obras). Sin olvidar la gran cultura tradicional y folclórica del municipio, muy viva en sus aldeas, que hacen de la gaita, el traje de llanisca, la cocina tradicional, las leyendas, la literatura, el cine o las fascinantes historias de indianos, un universo único e irrepetible.
Actualmente cuenta con 1.814 habitantes, es el núcleo de población más importante después de Navia, la capital del concejo. El entorno cuidado de Puerto de Vega, junto con la unión y armonía de sus vecinos ha sido merecedora de un valioso galardón, el de "Pueblo Ejemplar de Asturias" en el año 1995. Puerto de Vega ha estado ligada desde siempre a la pesca. Antiguamente fue un activo puerto comercial y ballenero y en la actualidad continúa dedicada a la actividad pesquera. La economía local está ligada profundamente al mar, tanto a la pesca como a la industria derivada de conservas, salazones y escabeches que en otro tiempo estuvo firmemente asentada en el entorno portuario. (En la lonja se puede presenciar la venta del pescado, que se celebra los lunes, miércoles y jueves a las 17:30 h.) Un recorrido por sus calles y alrededores da muestra de la importancia de este puerto y de sus numerosos monumentos y recuerdos históricos. Pero Puerto de Vega también fue cuna de importantes personajes ilustres, entre los que cabe destacar a D. Álvaro de Navia Osorio, Militar, diplomático, escritor y científico asturiano, tercer Marqués de Santa Cruz de Marcenado y Vizconde de Puerto, fue una de las figuras más sobresalientes del siglo XVIII español. Nacido en Puerto de Vega en 1684. D. Juan Pérez Villamil, nacido en Puerto de Vega en 1754. Fue el redactor del célebre Bando de Móstoles, que dio inicio a la Guerra de Independencia de 1808 y además ocupó cargos de gran relevancia política durante la segunda mitad del siglo XVIII. La villa de Puerto de Vega conserva un pintoresco puerto pesquero, con unas almenas centenarias. Además, posee otros lugares de interés: el mirador del Baluarte, con cañones del siglo XVIII; el mirador de la Riba, recuerdo de los viejos balleneros; las capillas de la Atalaya, Socorro, Carmen y Lebrón; las antiguas casonas blasonadas, entre las que sobresale la de Trelles, donde murió el ilustrado G. M. de Jovellanos (1744- 1811); las casas natales de Juan Pérez Villamil (1754- 1824), y la de Álvaro de Navia Osorio (1684- 1732), las casas de indianos con el Casino, construido por el arquitecto Manuel del Busto (1874- 1948), y el parque Benigno Blanco; y la iglesia parroquial de Santa Marina (1730- 1749), con excelentes retablos barrocos y rococós de José Bernardo de la Meana y el órgano más antiguo del norte peninsular (s. XVI). La centenaria plaza de Cupido, eje neurálgico sobre el que creció el primitivo poblado marinero, rezuma nobleza y sabor añejo por los cuatro costados, lo que le convierte en rincón favorito de pintores y poetas En Puerto de Vega no se debe dejar de visitar el MUSEO ETNOGRÁFICO "JUAN PÉREZ VILLAMIL": Se crea con el fin de ser un homenaje a la vida marinera y campesina, y a la emigración. Contiene una cuidada recreación de lo que han sido los modos de vida tradicionales, los oficios artesanos, y lo que fue y significó para Puerto de Vega y otras villas marineras la industria conservera de pescado. Recientemente , fue inagurada en Puerto de Vega , la Puerta este del Parque Histórico del Navia , es un centro de interpretación , " Historias del Mar" , donde se muestran todos recursos vinculados a la vida marinera en sus diversas acepciones: técnicas de pesca, transformación de los productos de mar, comercio de cabotaje, caza de ballenas o tradiciones de la vida marinera.
26 paikallista suosittelee
Puerto de Vega
23 C. el Muelle
26 paikallista suosittelee
Actualmente cuenta con 1.814 habitantes, es el núcleo de población más importante después de Navia, la capital del concejo. El entorno cuidado de Puerto de Vega, junto con la unión y armonía de sus vecinos ha sido merecedora de un valioso galardón, el de "Pueblo Ejemplar de Asturias" en el año 1995. Puerto de Vega ha estado ligada desde siempre a la pesca. Antiguamente fue un activo puerto comercial y ballenero y en la actualidad continúa dedicada a la actividad pesquera. La economía local está ligada profundamente al mar, tanto a la pesca como a la industria derivada de conservas, salazones y escabeches que en otro tiempo estuvo firmemente asentada en el entorno portuario. (En la lonja se puede presenciar la venta del pescado, que se celebra los lunes, miércoles y jueves a las 17:30 h.) Un recorrido por sus calles y alrededores da muestra de la importancia de este puerto y de sus numerosos monumentos y recuerdos históricos. Pero Puerto de Vega también fue cuna de importantes personajes ilustres, entre los que cabe destacar a D. Álvaro de Navia Osorio, Militar, diplomático, escritor y científico asturiano, tercer Marqués de Santa Cruz de Marcenado y Vizconde de Puerto, fue una de las figuras más sobresalientes del siglo XVIII español. Nacido en Puerto de Vega en 1684. D. Juan Pérez Villamil, nacido en Puerto de Vega en 1754. Fue el redactor del célebre Bando de Móstoles, que dio inicio a la Guerra de Independencia de 1808 y además ocupó cargos de gran relevancia política durante la segunda mitad del siglo XVIII. La villa de Puerto de Vega conserva un pintoresco puerto pesquero, con unas almenas centenarias. Además, posee otros lugares de interés: el mirador del Baluarte, con cañones del siglo XVIII; el mirador de la Riba, recuerdo de los viejos balleneros; las capillas de la Atalaya, Socorro, Carmen y Lebrón; las antiguas casonas blasonadas, entre las que sobresale la de Trelles, donde murió el ilustrado G. M. de Jovellanos (1744- 1811); las casas natales de Juan Pérez Villamil (1754- 1824), y la de Álvaro de Navia Osorio (1684- 1732), las casas de indianos con el Casino, construido por el arquitecto Manuel del Busto (1874- 1948), y el parque Benigno Blanco; y la iglesia parroquial de Santa Marina (1730- 1749), con excelentes retablos barrocos y rococós de José Bernardo de la Meana y el órgano más antiguo del norte peninsular (s. XVI). La centenaria plaza de Cupido, eje neurálgico sobre el que creció el primitivo poblado marinero, rezuma nobleza y sabor añejo por los cuatro costados, lo que le convierte en rincón favorito de pintores y poetas En Puerto de Vega no se debe dejar de visitar el MUSEO ETNOGRÁFICO "JUAN PÉREZ VILLAMIL": Se crea con el fin de ser un homenaje a la vida marinera y campesina, y a la emigración. Contiene una cuidada recreación de lo que han sido los modos de vida tradicionales, los oficios artesanos, y lo que fue y significó para Puerto de Vega y otras villas marineras la industria conservera de pescado. Recientemente , fue inagurada en Puerto de Vega , la Puerta este del Parque Histórico del Navia , es un centro de interpretación , " Historias del Mar" , donde se muestran todos recursos vinculados a la vida marinera en sus diversas acepciones: técnicas de pesca, transformación de los productos de mar, comercio de cabotaje, caza de ballenas o tradiciones de la vida marinera.
Regia e histórica, montañosa y montañera, comercial, ribereña, tierra de pastoreo y ganado, de mercado, de buenos quesos y mejor cocina, testigo de la historia, puerta de los Picos de Europa. Así es Cangas de Onís Porte regio el de su capital, como corresponde a la que fue cuna de la Reconquista y primera ciudad y corte de la Monarquía Asturiana, la primera de la Península Ibérica. El mítico Puente Romano con su Cruz de la Victoria colgante y uno de los monumentos más fotografiados de Asturias es el símbolo de la animada capital canguesa, donde no falta el culto a la gastronomía, interesantes tiendas gastronómicas y un mercado dominical donde se adquieren los productos más sabrosos de la huerta y los mejores quesos de Picos de Europa. Cangas de Onís, una de las puertas de los Picos de Europa, vió nacer el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, hoy Parque Nacional de los Picos de Europa, y en su seno acoge el Real Sitio de Covadonga y los Lagos Enol y Ercina, con su paisaje de cumbres y majadas, y con el aspecto casi ‘lunar' de las antiguas minas de hierro de Buferrera o la espectacular visión de la Vega de Comella, testigo de la riqueza geológica de esta zona. Una tierra de paso hacia la meseta, de pastoreo y ganado, de quesos, de montañeros y escaladores, de pescadores de salmón, de ribereños, de culto a ríos como el Sella, el Güeña o el Dobra…
122 paikallista suosittelee
Cangas De Onís
122 paikallista suosittelee
Regia e histórica, montañosa y montañera, comercial, ribereña, tierra de pastoreo y ganado, de mercado, de buenos quesos y mejor cocina, testigo de la historia, puerta de los Picos de Europa. Así es Cangas de Onís Porte regio el de su capital, como corresponde a la que fue cuna de la Reconquista y primera ciudad y corte de la Monarquía Asturiana, la primera de la Península Ibérica. El mítico Puente Romano con su Cruz de la Victoria colgante y uno de los monumentos más fotografiados de Asturias es el símbolo de la animada capital canguesa, donde no falta el culto a la gastronomía, interesantes tiendas gastronómicas y un mercado dominical donde se adquieren los productos más sabrosos de la huerta y los mejores quesos de Picos de Europa. Cangas de Onís, una de las puertas de los Picos de Europa, vió nacer el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, hoy Parque Nacional de los Picos de Europa, y en su seno acoge el Real Sitio de Covadonga y los Lagos Enol y Ercina, con su paisaje de cumbres y majadas, y con el aspecto casi ‘lunar' de las antiguas minas de hierro de Buferrera o la espectacular visión de la Vega de Comella, testigo de la riqueza geológica de esta zona. Una tierra de paso hacia la meseta, de pastoreo y ganado, de quesos, de montañeros y escaladores, de pescadores de salmón, de ribereños, de culto a ríos como el Sella, el Güeña o el Dobra…
Entre montañas y valles nos aparece Taramundi. Y entre soles y nieblas, entre aldeas colgadas de laderas, entre ríos y arroyos, y entre bosques frondosos y verdes. Todo Taramundi parece sacado de un relato mágico. Un relato en el que te convertirás de inmediato en protagonista, disfrutando de los susurros del agua - que está omnipresente -, del verdor infinito de los bosques, del resplandor de la pizarra y la piedra que construye las aldeas, del brillo de los filos de cientos de navajas, del sosiego del telar, de la calidez del fuego y los ferreiros, de la poética del hierro, de los sabores que surgen de la lumbre… Taramundi es como un gran parque temático al aire libre donde el agua y el hierro son los protagonistas. Un parque temático donde no existen las distancias y todo está muy cerca, y donde los museos están vivos y heredan la historia, los hábitos y la cultura de siglos. En Taramundi los planes se multiplican como los panes, y siempre tendrás un momento de ocio que colmará sobradamente tus expectativas. Aquí tienes diez propuestas para hacer y disfrutar Taramundi en toda su plenitud. Un tranquilo paseo por Taramundi te desvelará insospechados secretos La capital de Taramundi - que lleva el mismo nombre que el concejo – es un pueblo tranquilo y apacible a cualquier hora del día o de la noche, donde el ritmo de la vida es lento y sosegado. Engolado en una ladera, enseguida llama la atención desde todos los puntos en que lo mires el campanario de su iglesia parroquial, así como la antigua casa del cura o rectoral, convertida desde hace tres décadas en un estupendo hotel rural, que como no podía ser de otra manera se llama La Rectoral, y que se ha convertido con el paso del tiempo en todo un emblema, dado que su puesta en marcha marcó el nacimiento del turismo rural español. Puedes acercarte hasta La Rectoral y disfrutar de las impresionantes vistas desde su terraza, atalaya rural que domina todo el valle… Por si fuera poco, esta apacible vuelta te llevará a un hallazgo sorprendente: ¡Un castro!. Y es que en un rincón del pueblo está excavado uno de los castros más importantes de Asturias. Os castros, que así se llama el castro de Taramundi, está enclavado en un lugar privilegiado. Enclave decisivo de la Edad del Bronce, fue un lugar de paso y de comercio, porque estaba ubicado justo en la ruta que transcurre entre el suroccidente de Asturias y la ría del Eo. Como verás, pocos pueblos pueden presumir de tener un castro en sus mismas entrañas. Este paseo, que también te dará para ir de tiendas - donde encontrarás las mejores artesanías de la zona -, te hará caer en la cuenta de que has llegado a un lugar excepcional. ¡Una sosegada vuelta, desde La Rectoral hasta el castro, te desvelará algunos secretos de Taramundi! Cuando las navajas se convierten en arte: la Cuchillería de Taramundi Entre las muchas curiosidades que atesora la villa de Taramundi está la del arte de la cuchillería, que la convierten en uno de los lugares más famosos del mundo por sus navajas artesanas. Esta tradición viene de tiempo inmemorial, aunque es a finales del siglo XIX cuando el comercio de la cuchillería comienza a ser relevante. Lo cierto es que esta actividad llega hasta nuestros días, y llegará también hasta los tuyos, cuando te detengas un rato en ese gran taller artesano que es la Cuchillería de Taramundi. Perderás el gusto viendo todo tipo de navajas y cuchillos artesanos, que además podrás personalizar como te plazca. Una tienda-taller donde la atención es exquisita y donde tendrás ese primer contacto con el mundo artesanal de Taramundi, que por supuesto no será el único, sino el primero de una intensa serie de vivencias. ¡En la Cuchillería de Taramundi comprobarás cómo las navajas se convierten en arte! Además, será la primera escala de tu itinerario artesanal, pues también puedes ver a otros artesanos trabajando en sus talleres, como por ejemplo a Antonio o a Pedro, que están a un kilómetro escaso de la villa, en una hermosa aldea llamada Vega de Llan. Nunca habrás visto tantos molinos de una vez… hasta que no visites Mazonovo ¿Te gustan los molinos? ¿Y sabes algo de su historia y de la importancia que tuvieron para la Humanidad? Si es así, en Taramundi te sentirás en la gloria. Y es que en un idílico lugar llamado Mazonovo, muy cerca de la villa capitalina, tienes el mayor museo de molinos de España, que cuenta ni más ni menos que con 19, además de con una rudimentaria central hidraúlica… Allí, con los destellos de las aguas del río Cabreira deslumbrando tu impresionada retina, podrás sentirte molinero o molinera por un día. Será una oportunidad única para conocer la historia de los molinos a lo largo del tiempo y para interactuar con diferentes inventos. El Museo de los Molinos - donde Carlos se desvive por atender a sus visitantes - es un espacio vivo, con un itinerario ameno, que te dejará alucinado con la capacidad humana para aprovechar al máximo el agua como fuente de energía y como fuerza motriz, algo que en Taramundi fue y es el pan nuestro de cada día. Además, podrás manipular tú mismo los molinos manuales para ver cómo funcionan. ¡Quedarás totalmente seducido por el encanto de los molinos y no querrás irte de Mazonovo! Esquíos, cuando el pasado viene a ti con toda naturalidad En un sitio como Taramundi, tan lleno de ingenios, de vida rural, y con tan intenso pasado, no podía faltar un museo etnográfico, y la ubicación de este museo no podía ser otra que Esquíos. Esquíos, encaramado en una escarpada ladera, parece descolgarse en armónico equilibrio sobre el paisaje. A poco más de dos kilómetros de la villa de Taramundi, es otro de esos lugares apacibles que te invitan al solaz y que te instalan dulcemente en el pasado. El Museo Etnográfico de Esquíos, llevado con mimo y dedicación por Martín y Demelza, recopila más de un millar de piezas y objetos antiguos que nos hacen viajar a la vida rural de antaño y nos dan idea de la inmensa cultura rural de la zona. Además de las colecciones que acoge, Esquíos te mete en ambiente a través de sus estancias, que son las de una antigua casa de campo conservadas como hace décadas. ¡En Esquíos sentirás la llamada de la auténtica vida rural! Casa Museo de la Cuchillería Tradicional de Taramundi, el filo de la Humanidad ¿A que no sabías que en Taramundi encuentras la navaja más gran del mundo? ¿Y sabes dónde está? Pues en una encantadora y relajada aldea llamada Pardiñas, a escasos tres kilómetros de la villa de Taramundi. Y es que allí en Pardiñas, desde el año 2007 y por iniciativa de Juan Carlos - artesano y descendiente de artesanos -, ha cobrado vida la Casa Museo de la Cuchillería Tradicional de Taramundi, y es aquí, en el exterior de este coqueto y documentado museo, donde se encuentra la navaja más grande del mundo, fabricada a escala de una real, y que mide nada más y nada menos que siete metros y veinte centímetros y pesa 1.500 kilos. Este museo, que ha ido poco a poco creciendo en espacio y contenidos, es un didáctico resumen de la vida y cultura de los ferreiros, así como de la historia de las navajas y cuchillos de Taramundi, y de la importancia del propio Taramundi como enclave productor y comercializador de este producto artesanal. Además, en Pardiñas puedes ver una demostración en directo de cómo nace una navaja artesana. ¡Inmerso en este ambiente sentirás que Taramundi es el gran filo de la Humanidad! Os Teixois, el reino de los ingenios La aldea de Os Teixois es otro de los tesoros sorprendentes que te encontrarás en esta tierra de prodigios. A escasos cuatro kilómetros de la villa de Taramundi, verás cómo Os Teixois te transporta a un verdadero reino de los ingenios hidraúlicos donde destacan el mazo, el molino, la rueda de afilar, un batán y hasta una pequeña central eléctrica. En Os Teixois, uno de los más antiguos conjuntos etnográficos de Asturias, comprobarás en tu propia piel como la fuerza del agua ha movido la vida durante siglos y ha sido la materia prima más preciada y a la que más talento han dedicado los habitantes de la zona. Primero Melchor, y ahora su hijo Luis, han sido desde siempre los ferreiros de Os Texois, gentes que descienden de artesanos del hierro hasta donde alcanza la memoria… La aldea de Os Teixois es sin duda uno de los puntos de alto valor bucólico de Taramundi. Ingenios movidos por las aguas del río Mestas, las pizarras negras de los caseríos que se descuelgan como verdaderos acróbatas por la ladera de la montaña, una ermita con su espadaña poderosa, un cabazo, el susurro de los árboles que se mezcla con el rumor del agua, el aroma de una carne a la parrilla… ¡Todo en Os Teixois te invitará a la ensoñación! As Veigas, donde la magia flota en el aire Una vez metido en harina - y no solo por la abundancia de molinos -, no querrás abandonar nunca más los senderos de la magia. Precisamente uno de ellos te llevará directamente a la aldea de As Veigas, a unos 8 kilómetros de la villa de Taramundi. El descenso hasta As Veigas, por una sinuosa pero segura carretera de montaña, te hace vislumbrar la belleza que te espera. Y es que en el fondo del valle, en un claro en medio de tanta frondosidad boscosa, aparece una aldea que apenas ha cambiado su aspecto desde hace siglos Lentamente vas descendiendo y cuando la belleza se acerca, aún es más impresionante. Tomando el sendero que parte de la imponente iglesia parroquial, llegas a As Veigas por su parte alta, y tienes una certera panorámica de un mundo donde la magia, el silencio y la serenidad flotan en el aire con la gracilidad de una mariposa. En As Veigas hay pocos vecinos pero muy amables, y un núcleo de turismo rural que por su autenticidad se asemeja a un auténtico museo etnográfico… ¡As Veigas es uno de esos sitios que tendrás que anotar en tu agenda mágica! Bres, agua y artesanía con mucho encanto El pueblo de Bres está encaramado en una loma. En un vistazo panorámico destaca el campanario de su iglesia y de una manera notable las antiguas escuelas, un precioso edificio de corte indiano - de hecho fue costeado por indianos residentes en Argentina -, y que en la actualidad está convertido en la Casa del Agua. Este museo trata del agua como fuerza motriz y como materia prima, y explica de manera sencilla la relación de las distintas culturas con el líquido elemento. Además en Bres te encontrarás un Centro de Artesanía, donde descubrirás todos los secretos del telar de la mano de Inés, y los del cuero con Fernando. El propio centro es un lugar muy acogedor e invita a disfrutar de los oficios tradicionales. La verdad es que en Bres, como en todos los pueblos de Taramundi, el trato de sus gentes es afable y hospitalario, y da gusto dar una vuelta por allí. ¡Te sentirás una vez más como pez en el agua! Taramundi también sabe a queso Uno de los encantos de Taramundi es el de su cocina y sus productos artesanos. Allí todo es de casa, y elaborado siguiendo puras tradiciones ancestrales. Sin duda, uno de los productos “insignia” son sus quesos, muy famosos y sabrosos. Los hay de varios tipos, siendo alguno de leche de vaca, otros de vaca y cabra, y algunos solo de leche de cabra. Llama la atención que alguna variante incorpora frutas secos como nueces y avellanas, algo único en los quesos asturianos. Además, podrás visitar la quesería de que se encuentra en el entorno de la villa de Taramundi para comprobar “in situ” la excelencia quesera de esta zona. ¡Así que también los sabores de Taramundi te resultarán únicos! La cascada más verde del mundo Como podrás comprobar Taramundi, es una impresionante y constante ruta del agua, y no podía faltar en escenario tan acuoso una gran cascada. Así que aquí la tienes. La Salgueira es una gran caída de agua de unos cincuenta metros, en un paraje increíblemente verde y boscoso, perfecto para hogar de xanas, trasgos o busgosos… El camino - que se toma en el entorno de Esquíos -, es relativamente fácil y muy agradable para ir disfrutando con tranquilidad del paisaje. ¡Cuando llegas a La Salgueira sientes que estás ante la cascada más verde del mundo!
28 paikallista suosittelee
Taramundi
28 paikallista suosittelee
Entre montañas y valles nos aparece Taramundi. Y entre soles y nieblas, entre aldeas colgadas de laderas, entre ríos y arroyos, y entre bosques frondosos y verdes. Todo Taramundi parece sacado de un relato mágico. Un relato en el que te convertirás de inmediato en protagonista, disfrutando de los susurros del agua - que está omnipresente -, del verdor infinito de los bosques, del resplandor de la pizarra y la piedra que construye las aldeas, del brillo de los filos de cientos de navajas, del sosiego del telar, de la calidez del fuego y los ferreiros, de la poética del hierro, de los sabores que surgen de la lumbre… Taramundi es como un gran parque temático al aire libre donde el agua y el hierro son los protagonistas. Un parque temático donde no existen las distancias y todo está muy cerca, y donde los museos están vivos y heredan la historia, los hábitos y la cultura de siglos. En Taramundi los planes se multiplican como los panes, y siempre tendrás un momento de ocio que colmará sobradamente tus expectativas. Aquí tienes diez propuestas para hacer y disfrutar Taramundi en toda su plenitud. Un tranquilo paseo por Taramundi te desvelará insospechados secretos La capital de Taramundi - que lleva el mismo nombre que el concejo – es un pueblo tranquilo y apacible a cualquier hora del día o de la noche, donde el ritmo de la vida es lento y sosegado. Engolado en una ladera, enseguida llama la atención desde todos los puntos en que lo mires el campanario de su iglesia parroquial, así como la antigua casa del cura o rectoral, convertida desde hace tres décadas en un estupendo hotel rural, que como no podía ser de otra manera se llama La Rectoral, y que se ha convertido con el paso del tiempo en todo un emblema, dado que su puesta en marcha marcó el nacimiento del turismo rural español. Puedes acercarte hasta La Rectoral y disfrutar de las impresionantes vistas desde su terraza, atalaya rural que domina todo el valle… Por si fuera poco, esta apacible vuelta te llevará a un hallazgo sorprendente: ¡Un castro!. Y es que en un rincón del pueblo está excavado uno de los castros más importantes de Asturias. Os castros, que así se llama el castro de Taramundi, está enclavado en un lugar privilegiado. Enclave decisivo de la Edad del Bronce, fue un lugar de paso y de comercio, porque estaba ubicado justo en la ruta que transcurre entre el suroccidente de Asturias y la ría del Eo. Como verás, pocos pueblos pueden presumir de tener un castro en sus mismas entrañas. Este paseo, que también te dará para ir de tiendas - donde encontrarás las mejores artesanías de la zona -, te hará caer en la cuenta de que has llegado a un lugar excepcional. ¡Una sosegada vuelta, desde La Rectoral hasta el castro, te desvelará algunos secretos de Taramundi! Cuando las navajas se convierten en arte: la Cuchillería de Taramundi Entre las muchas curiosidades que atesora la villa de Taramundi está la del arte de la cuchillería, que la convierten en uno de los lugares más famosos del mundo por sus navajas artesanas. Esta tradición viene de tiempo inmemorial, aunque es a finales del siglo XIX cuando el comercio de la cuchillería comienza a ser relevante. Lo cierto es que esta actividad llega hasta nuestros días, y llegará también hasta los tuyos, cuando te detengas un rato en ese gran taller artesano que es la Cuchillería de Taramundi. Perderás el gusto viendo todo tipo de navajas y cuchillos artesanos, que además podrás personalizar como te plazca. Una tienda-taller donde la atención es exquisita y donde tendrás ese primer contacto con el mundo artesanal de Taramundi, que por supuesto no será el único, sino el primero de una intensa serie de vivencias. ¡En la Cuchillería de Taramundi comprobarás cómo las navajas se convierten en arte! Además, será la primera escala de tu itinerario artesanal, pues también puedes ver a otros artesanos trabajando en sus talleres, como por ejemplo a Antonio o a Pedro, que están a un kilómetro escaso de la villa, en una hermosa aldea llamada Vega de Llan. Nunca habrás visto tantos molinos de una vez… hasta que no visites Mazonovo ¿Te gustan los molinos? ¿Y sabes algo de su historia y de la importancia que tuvieron para la Humanidad? Si es así, en Taramundi te sentirás en la gloria. Y es que en un idílico lugar llamado Mazonovo, muy cerca de la villa capitalina, tienes el mayor museo de molinos de España, que cuenta ni más ni menos que con 19, además de con una rudimentaria central hidraúlica… Allí, con los destellos de las aguas del río Cabreira deslumbrando tu impresionada retina, podrás sentirte molinero o molinera por un día. Será una oportunidad única para conocer la historia de los molinos a lo largo del tiempo y para interactuar con diferentes inventos. El Museo de los Molinos - donde Carlos se desvive por atender a sus visitantes - es un espacio vivo, con un itinerario ameno, que te dejará alucinado con la capacidad humana para aprovechar al máximo el agua como fuente de energía y como fuerza motriz, algo que en Taramundi fue y es el pan nuestro de cada día. Además, podrás manipular tú mismo los molinos manuales para ver cómo funcionan. ¡Quedarás totalmente seducido por el encanto de los molinos y no querrás irte de Mazonovo! Esquíos, cuando el pasado viene a ti con toda naturalidad En un sitio como Taramundi, tan lleno de ingenios, de vida rural, y con tan intenso pasado, no podía faltar un museo etnográfico, y la ubicación de este museo no podía ser otra que Esquíos. Esquíos, encaramado en una escarpada ladera, parece descolgarse en armónico equilibrio sobre el paisaje. A poco más de dos kilómetros de la villa de Taramundi, es otro de esos lugares apacibles que te invitan al solaz y que te instalan dulcemente en el pasado. El Museo Etnográfico de Esquíos, llevado con mimo y dedicación por Martín y Demelza, recopila más de un millar de piezas y objetos antiguos que nos hacen viajar a la vida rural de antaño y nos dan idea de la inmensa cultura rural de la zona. Además de las colecciones que acoge, Esquíos te mete en ambiente a través de sus estancias, que son las de una antigua casa de campo conservadas como hace décadas. ¡En Esquíos sentirás la llamada de la auténtica vida rural! Casa Museo de la Cuchillería Tradicional de Taramundi, el filo de la Humanidad ¿A que no sabías que en Taramundi encuentras la navaja más gran del mundo? ¿Y sabes dónde está? Pues en una encantadora y relajada aldea llamada Pardiñas, a escasos tres kilómetros de la villa de Taramundi. Y es que allí en Pardiñas, desde el año 2007 y por iniciativa de Juan Carlos - artesano y descendiente de artesanos -, ha cobrado vida la Casa Museo de la Cuchillería Tradicional de Taramundi, y es aquí, en el exterior de este coqueto y documentado museo, donde se encuentra la navaja más grande del mundo, fabricada a escala de una real, y que mide nada más y nada menos que siete metros y veinte centímetros y pesa 1.500 kilos. Este museo, que ha ido poco a poco creciendo en espacio y contenidos, es un didáctico resumen de la vida y cultura de los ferreiros, así como de la historia de las navajas y cuchillos de Taramundi, y de la importancia del propio Taramundi como enclave productor y comercializador de este producto artesanal. Además, en Pardiñas puedes ver una demostración en directo de cómo nace una navaja artesana. ¡Inmerso en este ambiente sentirás que Taramundi es el gran filo de la Humanidad! Os Teixois, el reino de los ingenios La aldea de Os Teixois es otro de los tesoros sorprendentes que te encontrarás en esta tierra de prodigios. A escasos cuatro kilómetros de la villa de Taramundi, verás cómo Os Teixois te transporta a un verdadero reino de los ingenios hidraúlicos donde destacan el mazo, el molino, la rueda de afilar, un batán y hasta una pequeña central eléctrica. En Os Teixois, uno de los más antiguos conjuntos etnográficos de Asturias, comprobarás en tu propia piel como la fuerza del agua ha movido la vida durante siglos y ha sido la materia prima más preciada y a la que más talento han dedicado los habitantes de la zona. Primero Melchor, y ahora su hijo Luis, han sido desde siempre los ferreiros de Os Texois, gentes que descienden de artesanos del hierro hasta donde alcanza la memoria… La aldea de Os Teixois es sin duda uno de los puntos de alto valor bucólico de Taramundi. Ingenios movidos por las aguas del río Mestas, las pizarras negras de los caseríos que se descuelgan como verdaderos acróbatas por la ladera de la montaña, una ermita con su espadaña poderosa, un cabazo, el susurro de los árboles que se mezcla con el rumor del agua, el aroma de una carne a la parrilla… ¡Todo en Os Teixois te invitará a la ensoñación! As Veigas, donde la magia flota en el aire Una vez metido en harina - y no solo por la abundancia de molinos -, no querrás abandonar nunca más los senderos de la magia. Precisamente uno de ellos te llevará directamente a la aldea de As Veigas, a unos 8 kilómetros de la villa de Taramundi. El descenso hasta As Veigas, por una sinuosa pero segura carretera de montaña, te hace vislumbrar la belleza que te espera. Y es que en el fondo del valle, en un claro en medio de tanta frondosidad boscosa, aparece una aldea que apenas ha cambiado su aspecto desde hace siglos Lentamente vas descendiendo y cuando la belleza se acerca, aún es más impresionante. Tomando el sendero que parte de la imponente iglesia parroquial, llegas a As Veigas por su parte alta, y tienes una certera panorámica de un mundo donde la magia, el silencio y la serenidad flotan en el aire con la gracilidad de una mariposa. En As Veigas hay pocos vecinos pero muy amables, y un núcleo de turismo rural que por su autenticidad se asemeja a un auténtico museo etnográfico… ¡As Veigas es uno de esos sitios que tendrás que anotar en tu agenda mágica! Bres, agua y artesanía con mucho encanto El pueblo de Bres está encaramado en una loma. En un vistazo panorámico destaca el campanario de su iglesia y de una manera notable las antiguas escuelas, un precioso edificio de corte indiano - de hecho fue costeado por indianos residentes en Argentina -, y que en la actualidad está convertido en la Casa del Agua. Este museo trata del agua como fuerza motriz y como materia prima, y explica de manera sencilla la relación de las distintas culturas con el líquido elemento. Además en Bres te encontrarás un Centro de Artesanía, donde descubrirás todos los secretos del telar de la mano de Inés, y los del cuero con Fernando. El propio centro es un lugar muy acogedor e invita a disfrutar de los oficios tradicionales. La verdad es que en Bres, como en todos los pueblos de Taramundi, el trato de sus gentes es afable y hospitalario, y da gusto dar una vuelta por allí. ¡Te sentirás una vez más como pez en el agua! Taramundi también sabe a queso Uno de los encantos de Taramundi es el de su cocina y sus productos artesanos. Allí todo es de casa, y elaborado siguiendo puras tradiciones ancestrales. Sin duda, uno de los productos “insignia” son sus quesos, muy famosos y sabrosos. Los hay de varios tipos, siendo alguno de leche de vaca, otros de vaca y cabra, y algunos solo de leche de cabra. Llama la atención que alguna variante incorpora frutas secos como nueces y avellanas, algo único en los quesos asturianos. Además, podrás visitar la quesería de que se encuentra en el entorno de la villa de Taramundi para comprobar “in situ” la excelencia quesera de esta zona. ¡Así que también los sabores de Taramundi te resultarán únicos! La cascada más verde del mundo Como podrás comprobar Taramundi, es una impresionante y constante ruta del agua, y no podía faltar en escenario tan acuoso una gran cascada. Así que aquí la tienes. La Salgueira es una gran caída de agua de unos cincuenta metros, en un paraje increíblemente verde y boscoso, perfecto para hogar de xanas, trasgos o busgosos… El camino - que se toma en el entorno de Esquíos -, es relativamente fácil y muy agradable para ir disfrutando con tranquilidad del paisaje. ¡Cuando llegas a La Salgueira sientes que estás ante la cascada más verde del mundo!
Candás, con aires balleneros La villa marinera de Candás, capital del concejo de Carreño, despunta con importancia en plena Edad Media, teniendo ya entonces mucha vida marina y comercial. Candás ha sabido preservar a lo largo de los siglos su marcada identidad cantábrica, que se pone de manifiesto en algunas de sus fiestas como el Festival de la Sardina, donde todo el pueblo se viste con una indumentaria marinera única en Asturias, y donde el ambiente se aromatiza con el intenso olor que desprenden los miles de sardinas asadas que se degustan esos días, un manjar que en Candás se prepara como en pocos sitios. En lo gastronómico esta villa también es muy conocida por unos famosos dulces conocidos como marañuelas. También es esta villa muy famosa por la histórica devoción al Santísimo Cristo, que se traduce asimismo en una multitudinaria fiesta que tiene lugar en el mes de setiembre. Candás destacó además por tu gran tradición conservera, de la que aún quedan interesantes vestigios, y además tiene el privilegio de tener justo al lado a Perlora, que siglos atrás fue el segundo puerto ballenero más importante del mundo, con su ensenada y la isla de Entrellusa. Por su singular ubicación, su marinera orografía, su Historia y Prehistoria, Candás es el típico puerto norteño donde los haya, y aún soplan por allí aires balleneros… Por esta razón, un recorrido por el puerto siempre es interesante, dado que antaño fue uno de los más destacados del Cantábrico. Asimismo, el paseo marítimo, el faro o el Centro de Escultura Museo Antón, con obras de Antonio Rodríguez García son citas obligadas. Además, están las rutas clarinianas, experiencias turístico-literarias sobre la obra del reconocido escritor Leopoldo Alas, "Clarín", y también el monumento ‘El pleito de los delfines', emblema de uno de los acontecimientos más curiosos de la villa: en el siglo XVII, los pescadores candasinos demandaron a los delfines y calderones que merodeaban por la costa, al acusarles de la merma en sus capturas, y como no se presentaron al juicio, un notario se embarcó para leer la sentencia que expulsaba a los animales, que curiosamente desaparecieron. Asimismo, merece una visita la exposición de la industria conservera. Y no puedes perderte el festival de Bandas de Gaitas, en el mes de julio.
25 paikallista suosittelee
Candás
25 paikallista suosittelee
Candás, con aires balleneros La villa marinera de Candás, capital del concejo de Carreño, despunta con importancia en plena Edad Media, teniendo ya entonces mucha vida marina y comercial. Candás ha sabido preservar a lo largo de los siglos su marcada identidad cantábrica, que se pone de manifiesto en algunas de sus fiestas como el Festival de la Sardina, donde todo el pueblo se viste con una indumentaria marinera única en Asturias, y donde el ambiente se aromatiza con el intenso olor que desprenden los miles de sardinas asadas que se degustan esos días, un manjar que en Candás se prepara como en pocos sitios. En lo gastronómico esta villa también es muy conocida por unos famosos dulces conocidos como marañuelas. También es esta villa muy famosa por la histórica devoción al Santísimo Cristo, que se traduce asimismo en una multitudinaria fiesta que tiene lugar en el mes de setiembre. Candás destacó además por tu gran tradición conservera, de la que aún quedan interesantes vestigios, y además tiene el privilegio de tener justo al lado a Perlora, que siglos atrás fue el segundo puerto ballenero más importante del mundo, con su ensenada y la isla de Entrellusa. Por su singular ubicación, su marinera orografía, su Historia y Prehistoria, Candás es el típico puerto norteño donde los haya, y aún soplan por allí aires balleneros… Por esta razón, un recorrido por el puerto siempre es interesante, dado que antaño fue uno de los más destacados del Cantábrico. Asimismo, el paseo marítimo, el faro o el Centro de Escultura Museo Antón, con obras de Antonio Rodríguez García son citas obligadas. Además, están las rutas clarinianas, experiencias turístico-literarias sobre la obra del reconocido escritor Leopoldo Alas, "Clarín", y también el monumento ‘El pleito de los delfines', emblema de uno de los acontecimientos más curiosos de la villa: en el siglo XVII, los pescadores candasinos demandaron a los delfines y calderones que merodeaban por la costa, al acusarles de la merma en sus capturas, y como no se presentaron al juicio, un notario se embarcó para leer la sentencia que expulsaba a los animales, que curiosamente desaparecieron. Asimismo, merece una visita la exposición de la industria conservera. Y no puedes perderte el festival de Bandas de Gaitas, en el mes de julio.
Pumaradas y sidra, huerta y mar, Rodiles y Tazones, Románico en Amandi y Prerrománico en Valdediós, el casco histórico de Villaviciosa, surf, pesca y aves en la mayor ría de Asturias…Así es Villaviciosa, Capital Manzanera de España. El significado de su nombre está vinculado al concepto de fertilidad, y lo cierto es que este municipio hace honor a la etimología de su denominación. Tierra fértil, regada por la mayor ría de Asturias, Villaviciosa es espacio de pumaradas, algo que celebra cada dos años a través de su Festival de la Manzana, declarado fiesta de interés turístico regional. Además es un espacio de huerta sabrosa, de ‘buenes fabes', de sidra rica y de calidad, y si de la mar se trata, en su histórico puerto de Tazones - en el que desembarcó Carlos V cuando pisó suelo español por vez primera – se degustan los mariscos y pescados mas ‘top' del Cantábrico, en un ambiente de puerto pesquero con sus casas ‘colgadas' sobre el mar que le dan un aire romántico y recóndito. La capital del concejo, Villaviciosa, sede de una de las Semanas Santas más antiguas de Asturias, tiene un casco histórico muy agradable, donde se pueden ver palacios y casas centenarios, y donde contemplar por ejemplo, la iglesia románica de Santa María de la Oliva…porque este municipio tiene interesantes muestras de Románico, como San Juan de Amandi o Santa María de Lugás, y de Prerrománico como San Salvador de Valdediós, impresionante conjunto de iglesia y monasterio. Entre las bellezas naturales destaca la Ría, donde se realiza avistamiento de aves y observación de la biodiversidad y donde además se pueden practicar todo tipo de deportes náuticos con base en el Puerto de El Puntal y donde es habitual ver entrenamientos de piragüismo, por la gran tradición y cantera que hay en la zona de esta especialidad. Un recorrido por la ría nos lleva hasta los pantalanes de la fábrica de Sidra El gaitero, una de las más antiguas de Asturias y que junto a otras muchas bodegas (Llagares) del municipio es visitable. La playa de Rodiles – icono del surf -, la aldea de Sietes con sus antiguos hórreos, o el Camino de Santiago, son otros lugares de interés para el turista que visita este rincón de la Comarca de la Sidra.
36 paikallista suosittelee
Villaviciosa
36 paikallista suosittelee
Pumaradas y sidra, huerta y mar, Rodiles y Tazones, Románico en Amandi y Prerrománico en Valdediós, el casco histórico de Villaviciosa, surf, pesca y aves en la mayor ría de Asturias…Así es Villaviciosa, Capital Manzanera de España. El significado de su nombre está vinculado al concepto de fertilidad, y lo cierto es que este municipio hace honor a la etimología de su denominación. Tierra fértil, regada por la mayor ría de Asturias, Villaviciosa es espacio de pumaradas, algo que celebra cada dos años a través de su Festival de la Manzana, declarado fiesta de interés turístico regional. Además es un espacio de huerta sabrosa, de ‘buenes fabes', de sidra rica y de calidad, y si de la mar se trata, en su histórico puerto de Tazones - en el que desembarcó Carlos V cuando pisó suelo español por vez primera – se degustan los mariscos y pescados mas ‘top' del Cantábrico, en un ambiente de puerto pesquero con sus casas ‘colgadas' sobre el mar que le dan un aire romántico y recóndito. La capital del concejo, Villaviciosa, sede de una de las Semanas Santas más antiguas de Asturias, tiene un casco histórico muy agradable, donde se pueden ver palacios y casas centenarios, y donde contemplar por ejemplo, la iglesia románica de Santa María de la Oliva…porque este municipio tiene interesantes muestras de Románico, como San Juan de Amandi o Santa María de Lugás, y de Prerrománico como San Salvador de Valdediós, impresionante conjunto de iglesia y monasterio. Entre las bellezas naturales destaca la Ría, donde se realiza avistamiento de aves y observación de la biodiversidad y donde además se pueden practicar todo tipo de deportes náuticos con base en el Puerto de El Puntal y donde es habitual ver entrenamientos de piragüismo, por la gran tradición y cantera que hay en la zona de esta especialidad. Un recorrido por la ría nos lleva hasta los pantalanes de la fábrica de Sidra El gaitero, una de las más antiguas de Asturias y que junto a otras muchas bodegas (Llagares) del municipio es visitable. La playa de Rodiles – icono del surf -, la aldea de Sietes con sus antiguos hórreos, o el Camino de Santiago, son otros lugares de interés para el turista que visita este rincón de la Comarca de la Sidra.
En un lugar mágico y de tradiciones… Un precioso pueblo en las montañas de Asturias de apenas 100 habitantes. Un lugar donde se puede admirar su arquitectura rural, conservada exquisitamente con sus antiguos hórreos dando un plus belleza a este peculiar y maravilloso enclave. Es Torazo lugar mágico, de origen toponímico celta, cuyos moradores -desde muy antigua constancia- cuidan mucho sus tradiciones, querencias y expresiones comunitarias. Se enclava sobre una suave altiplanicie que en su morfología urbana semeja una suerte de comba, desde la parte alta de La Miyar -asentamiento de una antigua calzada romana- hasta su otra atalaya, en el Campo de la Sienra, donde envejece un hermoso microbosque de robledales. En un extremo y en el otro de los referidos comienzan y terminan sus fiestas, cuando tocan -Festival de Boroña de Forna en junio, del Carmen a finales de agosto-, y de por medio entre esos dos extremos, ochocientos cincuenta metros de bonito andar por calles adoquinadas y entre casas embellecidas, habitadas por lugareños rebosantes de hospitalidad y a los pies del emblemático monte o Picu Incós, cima del municipio cabraniego.
6 paikallista suosittelee
Torazu
6 paikallista suosittelee
En un lugar mágico y de tradiciones… Un precioso pueblo en las montañas de Asturias de apenas 100 habitantes. Un lugar donde se puede admirar su arquitectura rural, conservada exquisitamente con sus antiguos hórreos dando un plus belleza a este peculiar y maravilloso enclave. Es Torazo lugar mágico, de origen toponímico celta, cuyos moradores -desde muy antigua constancia- cuidan mucho sus tradiciones, querencias y expresiones comunitarias. Se enclava sobre una suave altiplanicie que en su morfología urbana semeja una suerte de comba, desde la parte alta de La Miyar -asentamiento de una antigua calzada romana- hasta su otra atalaya, en el Campo de la Sienra, donde envejece un hermoso microbosque de robledales. En un extremo y en el otro de los referidos comienzan y terminan sus fiestas, cuando tocan -Festival de Boroña de Forna en junio, del Carmen a finales de agosto-, y de por medio entre esos dos extremos, ochocientos cincuenta metros de bonito andar por calles adoquinadas y entre casas embellecidas, habitadas por lugareños rebosantes de hospitalidad y a los pies del emblemático monte o Picu Incós, cima del municipio cabraniego.
Paisaje escarpado, montañas, tierras y agua, minería del carbón, del cobre o del cobalto, la tierra del ‘Olimpo de los Dioses' del ciclismo donde se alza todopoderoso l' Angliru…Así es Riosa. ‘Olimpo de los Dioses' del ciclismo. Es la tierra que vio nacer al todopoderoso y temido Angliru, una de las cimas, sino la que más, más duras de todas las rondas del ciclismo internacional, y que ha sido escenario de gestas deportivas únicas que han puesto a Riosa y a Asturias en el mapamundi del ciclismo a nivel mundial. Pero Riosa no es solo l' Angliru…su territorio abarca parte de la Sierra del Aramo, zona orográficamente rica y escarpada que hace de ella un gran campo de entrenamiento al aire libre, que es la meca de todo tipo de deportistas pero sobretodo ciclistas. Riosa retiene en sus entrañas reservas de cobre y cobalto, que fueron explotados desde la prehistoria, y como no, es uno de los municipios de la zona central asturiana en los que aflora el carbonífero, con buena fortuna. Claro exponente de su actividad minera es el poblado de Rioseco, donde aún se pueden ver las minas de cobre. Montaña, minería, tierra y agua, así es Riosa, en donde no falta una ruta del agua como la que va desde el túnel del Aramo hasta el pueblo de Llamo.
Riosa
Paisaje escarpado, montañas, tierras y agua, minería del carbón, del cobre o del cobalto, la tierra del ‘Olimpo de los Dioses' del ciclismo donde se alza todopoderoso l' Angliru…Así es Riosa. ‘Olimpo de los Dioses' del ciclismo. Es la tierra que vio nacer al todopoderoso y temido Angliru, una de las cimas, sino la que más, más duras de todas las rondas del ciclismo internacional, y que ha sido escenario de gestas deportivas únicas que han puesto a Riosa y a Asturias en el mapamundi del ciclismo a nivel mundial. Pero Riosa no es solo l' Angliru…su territorio abarca parte de la Sierra del Aramo, zona orográficamente rica y escarpada que hace de ella un gran campo de entrenamiento al aire libre, que es la meca de todo tipo de deportistas pero sobretodo ciclistas. Riosa retiene en sus entrañas reservas de cobre y cobalto, que fueron explotados desde la prehistoria, y como no, es uno de los municipios de la zona central asturiana en los que aflora el carbonífero, con buena fortuna. Claro exponente de su actividad minera es el poblado de Rioseco, donde aún se pueden ver las minas de cobre. Montaña, minería, tierra y agua, así es Riosa, en donde no falta una ruta del agua como la que va desde el túnel del Aramo hasta el pueblo de Llamo.
Su población es de 406 habitantes empadronados (INE 2010), cifra que se dispara en los periodos vacacionales hasta alcanzar varios miles. Durante el verano, se calcula que unas 5 000 personas permanecen simultáneamente en Celorio, muchas de las cuales poseen residencia propia en el pueblo. La mayoría de los veraneantes son asturianos, aunque también destaca el número de visitantes del País Vasco, Madrid y países europeos como Francia, Alemania y Países Bajos.[cita requerida] Lugares de interés turístico Cara de Cristo. Una de las características destacadas de Celorio es su gran número de playas. La parroquia cuenta con las de La Palombina, Las Cámaras, Los Curas, El Borizu, San Martín, Portiellu, La Tayada y Troenzo,5​6​ siendo las dos primeras urbanas.7​ Celorio ofrece una buena cantidad de plazas hoteleras y de cámping, y varios bares y restaurantes, la mayoría sólo abiertos en temporada alta; así como establecimientos de autoservicio. Además, existe un Club Marítimo que dispone de un embarcadero privado con grúa pescante. También de interés turístico es una conjunción rocosa que se produce en Celorio en cierto punto de la marea junto a la playa de Troenzo, y que se conoce como la "Cara de Cristo". Desde un punto de una península adjunta se puede observar una conjunción de varias rocas que se asemejan al perfil de un rostro, y que atrae al pueblo a numerosos turistas cada año. Destaca en el pueblo la iglesia y el Monasterio de San Salvador (patrón de Celorio), fundados según algunas tradiciones en 1017,3​ pero de cuyas construcciones originales sólo queda en pie una torre y el arco de una portada, obras del siglo XIII en estilo románico tardío,8​ así como una cruz de piedra próxima a la iglesia y cuya representación está incluida en el escudo del pueblo que existe en el atrio de la iglesia.
8 paikallista suosittelee
Celorio
8 paikallista suosittelee
Su población es de 406 habitantes empadronados (INE 2010), cifra que se dispara en los periodos vacacionales hasta alcanzar varios miles. Durante el verano, se calcula que unas 5 000 personas permanecen simultáneamente en Celorio, muchas de las cuales poseen residencia propia en el pueblo. La mayoría de los veraneantes son asturianos, aunque también destaca el número de visitantes del País Vasco, Madrid y países europeos como Francia, Alemania y Países Bajos.[cita requerida] Lugares de interés turístico Cara de Cristo. Una de las características destacadas de Celorio es su gran número de playas. La parroquia cuenta con las de La Palombina, Las Cámaras, Los Curas, El Borizu, San Martín, Portiellu, La Tayada y Troenzo,5​6​ siendo las dos primeras urbanas.7​ Celorio ofrece una buena cantidad de plazas hoteleras y de cámping, y varios bares y restaurantes, la mayoría sólo abiertos en temporada alta; así como establecimientos de autoservicio. Además, existe un Club Marítimo que dispone de un embarcadero privado con grúa pescante. También de interés turístico es una conjunción rocosa que se produce en Celorio en cierto punto de la marea junto a la playa de Troenzo, y que se conoce como la "Cara de Cristo". Desde un punto de una península adjunta se puede observar una conjunción de varias rocas que se asemejan al perfil de un rostro, y que atrae al pueblo a numerosos turistas cada año. Destaca en el pueblo la iglesia y el Monasterio de San Salvador (patrón de Celorio), fundados según algunas tradiciones en 1017,3​ pero de cuyas construcciones originales sólo queda en pie una torre y el arco de una portada, obras del siglo XIII en estilo románico tardío,8​ así como una cruz de piedra próxima a la iglesia y cuya representación está incluida en el escudo del pueblo que existe en el atrio de la iglesia.
Sietes es un lugar perteneciente a la parroquia de Vallés,en el municipio de Villaviciosa (Asturias, España). En 1928 contaba con 650 vecinos, pero la emigración a América primero y a Oviedo o Gijón después, hizo que el censo se redujese hasta los 40 vecinos que habitaban el pueblo en 2008.1​ Sus principales atractivos turísticos son: la Iglesia de San Emeterio, del siglo XVI -uno de los pocos ejemplos de arte renacentista en Asturias y declarada como Bien de Interés Cultural- y su colección de hórreos. En 2009 recibió atención internacional por la promoción que realizó la compañía Microsoft, con Sietes como escenario, de su sistema operativo Windows 7.
Sietes
Sietes es un lugar perteneciente a la parroquia de Vallés,en el municipio de Villaviciosa (Asturias, España). En 1928 contaba con 650 vecinos, pero la emigración a América primero y a Oviedo o Gijón después, hizo que el censo se redujese hasta los 40 vecinos que habitaban el pueblo en 2008.1​ Sus principales atractivos turísticos son: la Iglesia de San Emeterio, del siglo XVI -uno de los pocos ejemplos de arte renacentista en Asturias y declarada como Bien de Interés Cultural- y su colección de hórreos. En 2009 recibió atención internacional por la promoción que realizó la compañía Microsoft, con Sietes como escenario, de su sistema operativo Windows 7.
Soto del Barco (Sotu'l Barcu en asturiano) es un concejo asturiano ubicado en la costa cantábrica, siendo uno de los más pequeños de Asturias. Está situado en la margen derecha de la desembocadura del río Nalón y forma parte de la mancomunidad de las Cinco Villas. Limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con los concejos de Candamo y Pravia, al este con Castrillón y al oeste con el río Nalón, que hace de límite con Pravia y Muros de Nalón. Comprende una extensión total de 40,23 km2, y alberga una población de 3940 habitantes2​ en 2016, concentrándose mayoritariamente en las localidades de San Juan de La Arena y la capital, Soto del Barco. Debe su nombre a una antigua embarcación utilizada para comunicar, en tiempos pasados, las dos orillas de la ría del Nalón, antes de que se construyese puente alguno.3​ Tiene una buena red comunicativa, atravesando el concejo la nacional N-632, que va de este a oeste, así como la autonómica AS-16, en dirección a Cornellana donde se une a la N-634. También dispone de servicio ferroviario, gracias a la línea de ferrocarril Ferrol-Gijón explotada por RENFE-FEVE. Geológicamente hablando, el terreno de Soto del Barco pertenece en su mayor parte al devónico, con abundancia de calizas mezcladas con distintos materiales como las arcillas, dándose esta situación sobre todo en su parte más occidental. En las zonas próximas a la desembocadura, el río padece las fuertes mareas de la mar, presentando este un curso mucho más lento que en otras partes de su recorrido. Desde el punto de vista orográfico, Soto del Barco se caracteriza por la suavidad de su relieve, no mostrando grandes elevaciones ni pendientes de mención. Pertenece la casi totalidad del territorio a una superficie plana y lisa conocida como rasa que se da sobre una altura aproximada de cien metros y perdiendo tal condición en su parte meridional, donde podemos encontrar elevaciones algo más pronunciadas como las de la Sierra de Mafalla, en el linde con Candamo, y la de Fontebona en su límite con Pravia. Es en esta donde se halla la máxima altura del concejo con los 467 metros del alto de la Corona. Su franja costera está ocupada por el arenal de Los Quebrantos y por un abrupto acantilado rocoso. La orilla derecha del Nalón es mucho más suave y menos empinada que su parte occidental, situándose en ella los dos núcleos de población más importantes del municipio, Soto del Barco y San Juan de la Arena. El principal accidente fluvial, como ya se puede suponer, es el río Nalón, que forma desembocadura en la parte occidental del concejo. En estos últimos tramos de su salida al mar desarrolla unos meandros en forma de zigzag entre aluviones que colmatan la superficie lisa del antiguo estuario formando algunos islotes como el de Arcubín. Al Nalón fluyen aguas de diversos arroyos y riachuelos procedentes de las sierras de Mafalla y Fontebona. Otro río que discurre por el concejo y desemboca directamente al mar es el de la Ferrería. Su clima es, al igual que toda la franja litoral cantábrica, suave, templado y húmedo, presentando una temperatura media de 9 °C en invierno y 17 °C en su época estival. Una de las mayores singularidades que presenta el tiempo en el concejo, es la presencia de brumas marinas, favorecidas por el anfiteatro de tierras altas. De su vegetación hay que indicar que el concejo presenta una abundancia de plantas determinada por causas muy diversas como las corrientes marítimas, la humedad en el ambiente, muy favorable para la presencia de plantas inferiores, así como la corriente del río que transporta semillas de vegetales de las montañas. Su vida animal no presenta muchas particularidades, siendo lo más destacable la fauna del río y de mar donde podemos encontrar diversas especies como truchas, anguilas, lampreas y quizás lo que más caracterizó al concejo, aunque cada vez en menor cantidad, y que es la presencia de angula.
Soto del Barco
Soto del Barco (Sotu'l Barcu en asturiano) es un concejo asturiano ubicado en la costa cantábrica, siendo uno de los más pequeños de Asturias. Está situado en la margen derecha de la desembocadura del río Nalón y forma parte de la mancomunidad de las Cinco Villas. Limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con los concejos de Candamo y Pravia, al este con Castrillón y al oeste con el río Nalón, que hace de límite con Pravia y Muros de Nalón. Comprende una extensión total de 40,23 km2, y alberga una población de 3940 habitantes2​ en 2016, concentrándose mayoritariamente en las localidades de San Juan de La Arena y la capital, Soto del Barco. Debe su nombre a una antigua embarcación utilizada para comunicar, en tiempos pasados, las dos orillas de la ría del Nalón, antes de que se construyese puente alguno.3​ Tiene una buena red comunicativa, atravesando el concejo la nacional N-632, que va de este a oeste, así como la autonómica AS-16, en dirección a Cornellana donde se une a la N-634. También dispone de servicio ferroviario, gracias a la línea de ferrocarril Ferrol-Gijón explotada por RENFE-FEVE. Geológicamente hablando, el terreno de Soto del Barco pertenece en su mayor parte al devónico, con abundancia de calizas mezcladas con distintos materiales como las arcillas, dándose esta situación sobre todo en su parte más occidental. En las zonas próximas a la desembocadura, el río padece las fuertes mareas de la mar, presentando este un curso mucho más lento que en otras partes de su recorrido. Desde el punto de vista orográfico, Soto del Barco se caracteriza por la suavidad de su relieve, no mostrando grandes elevaciones ni pendientes de mención. Pertenece la casi totalidad del territorio a una superficie plana y lisa conocida como rasa que se da sobre una altura aproximada de cien metros y perdiendo tal condición en su parte meridional, donde podemos encontrar elevaciones algo más pronunciadas como las de la Sierra de Mafalla, en el linde con Candamo, y la de Fontebona en su límite con Pravia. Es en esta donde se halla la máxima altura del concejo con los 467 metros del alto de la Corona. Su franja costera está ocupada por el arenal de Los Quebrantos y por un abrupto acantilado rocoso. La orilla derecha del Nalón es mucho más suave y menos empinada que su parte occidental, situándose en ella los dos núcleos de población más importantes del municipio, Soto del Barco y San Juan de la Arena. El principal accidente fluvial, como ya se puede suponer, es el río Nalón, que forma desembocadura en la parte occidental del concejo. En estos últimos tramos de su salida al mar desarrolla unos meandros en forma de zigzag entre aluviones que colmatan la superficie lisa del antiguo estuario formando algunos islotes como el de Arcubín. Al Nalón fluyen aguas de diversos arroyos y riachuelos procedentes de las sierras de Mafalla y Fontebona. Otro río que discurre por el concejo y desemboca directamente al mar es el de la Ferrería. Su clima es, al igual que toda la franja litoral cantábrica, suave, templado y húmedo, presentando una temperatura media de 9 °C en invierno y 17 °C en su época estival. Una de las mayores singularidades que presenta el tiempo en el concejo, es la presencia de brumas marinas, favorecidas por el anfiteatro de tierras altas. De su vegetación hay que indicar que el concejo presenta una abundancia de plantas determinada por causas muy diversas como las corrientes marítimas, la humedad en el ambiente, muy favorable para la presencia de plantas inferiores, así como la corriente del río que transporta semillas de vegetales de las montañas. Su vida animal no presenta muchas particularidades, siendo lo más destacable la fauna del río y de mar donde podemos encontrar diversas especies como truchas, anguilas, lampreas y quizás lo que más caracterizó al concejo, aunque cada vez en menor cantidad, y que es la presencia de angula.
Infiesto2​ (en asturiano y oficialmente, L'Infiestu) es una villa del concejo de Piloña, Asturias (España), capital del mismo. Pertenece a la parroquia de San Antonio y su población es de 2.139 habitantes (2008). En las proximidades de la villa se encuentra el santuario de la Virgen de la Cueva. Como sitio de interés se encuentra el Monte Cayón, desde donde se observan unas vistas espectaculares del concejo junto a un merendero. Además, Infiesto es el pueblo natal del exitoso cantante Melendi.
6 paikallista suosittelee
Infiesto
6 paikallista suosittelee
Infiesto2​ (en asturiano y oficialmente, L'Infiestu) es una villa del concejo de Piloña, Asturias (España), capital del mismo. Pertenece a la parroquia de San Antonio y su población es de 2.139 habitantes (2008). En las proximidades de la villa se encuentra el santuario de la Virgen de la Cueva. Como sitio de interés se encuentra el Monte Cayón, desde donde se observan unas vistas espectaculares del concejo junto a un merendero. Además, Infiesto es el pueblo natal del exitoso cantante Melendi.
Colunga es un concejo de la comunidad autónoma del Principado de Asturias, España, una parroquia de dicho concejo y una villa comprendida en dicha parroquia. La villa de Colunga es la capital del concejo. El concejo de Colunga limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con Parres y Piloña, al este con Caravia y al oeste con Villaviciosa. Cuenta con una población de 3440 habitantes (INE, 2017). La parroquia de Colunga tiene una extensión de 3,22 km² y únicamente comprende la villa de Colunga (1.167 habitantes). Historia Prehistoria No son muchos pero si han aparecido indicios de la presencia de hombres del paleolítico que habitaban en las cavernas. Cerca de Gobiendes se encuentran las Cuevas de Obaya, donde, junto con las de Taraxu (en Nozaleda), El Molino (en Libardón), se han encontrado restos de talla que muestran que Colunga fue habitada por aquellos cazadores entre el Paleolítico Medio y el Paleolítico Superior (hace unos 40.000 años aproximadamente. Del Neolítico, última etapa de la Prehistoria y en la que el hombre se hace agricultor y pastor, comenzando, además, a formar pueblos se han encontrado, por vez primera, hachas de piedra pulimentada (Rasa de Luces). Pasando ya a la Edad de Bronce, existen restos metalíticos procedentes de Lastres. La mayoría de estos hallazgos se encuentran actualmente en el Museo Arqueológico de Oviedo. Edad antigua De momento el Concejo de Colunga es el más importante cuantitativamente de todo el Oriente de Asturias en lo que a establecimientos de la cultura castreña se refiere. Hay en el municipio algunos montículos que fueron habitados por agrupaciones prerromanas, destacando los de La Riera, La Isla y el de Villeda. De ellos, El Castiellu de La Riera, es el que muestra una especial singularidad, con un sistema defensivo construido a base de acusadas terrazas escalonadas que se comunican entre sí por medio de rampas. Desde su cumbre se divisa un amplio horizonte. tierra de reyes Las villae (villas) fueron desplazando paulatinamente a los castros. Así, en La Isla, la construcción de su actual iglesia y posteriormente varias excavaciones descubrieron una serie de vestigios correspondientes a un enclave romano. Estos y otros hallazgos subrayan una romanización bastante intensa de la población en tierras colunguesas. Edad medieval En la historia medieval, no hay ningún documento durante los siglos X y XI que aglutinase una serie de lugares bajo el nombre de Colunga, sí se aplica a una villa. Es en la época del rey Bermudo III, cuando se tienen noticias de un territorio denominado Colunga, así sus representantes participan en el concilio celebrado en Oviedo en 1115 pero estaba incluida dentro del territorio de Caravia. Es en el siglo XIII, cuando el alfoz de Colunga, se dota de una nueva cabecera territorial que será la puebla de Colunga que coincide con la época repobladora de la monarquía castellana en Asturias. Esta puebla no conseguirá ser un verdadero centro urbano, puede que en parte debido a la proximidad de las pueblas de Ribadesella y Maliayo, o también debido al empuje de La Isla o al enclave pesquero de Lastres, como centros importantes. Estas tierras pasaron a Enrique de Trastamara futuro Enrique II de Castilla, que se las dejaría a su hijo bastardo el conde don Alfonso que estuvo en continua rebelión contra la autoridad real. El conde fue derrotado en el siglo XIV y todas esta tierras vuelven a la corona. En el siglo XVI, el puerto de Lastres experimenta un importante crecimiento teniendo tráfico mercantil, actividad pesquera que generaba otras labores a su alrededor o la captura de ballenas. Siendo este puerto el mayor núcleo urbano del concejo. Edad Moderna Ayuntamiento de Colunga. La Edad Moderna, todavía había dos cotos eclesiásticos, el de Caravia y el de Carrandi y no fue hasta la desamortización de Felipe II, cuando el enclave de Carrandi fue comprado por Gonzalo Ruiz de Junco, que pertenecía a una de las más relevantes familias de la aristocracia local. Es en el siglo XVI, cuando hubo varios cambios: se constituirá el ayuntamiento de Colunga, un temporal destruye las instalaciones portuarias de Lastres que no se restauraría hasta finales del XIX, Esto trajo un progresivo declive del puerto, durante esto siglo Quedando Colunga bajo una economía y administración de tipo medieval, con una población modesta. Edad contemporánea Es en el siglo XIX, cuando la guerra de la Independencia trajo la invasión de Colunga por dos veces, saqueando la villa y quemando el archivo municipal. Durante este siglo el concejo quedó fuera del proceso de industrialización y su estructura económica estará basada en la agricultura. Su nuevo puerto de Lastres no trajo el tráfico mercantil esperado, tal vez por haber otros enclaves portuarios mejor dotados y mejor situados. En el siglo XX, tuvieron un importante papel las fortunas traídas de América por los indianos, materializado en un progreso del sector constructivo. En la Guerra Civil, Colunga quedó dentro del territorio republicano hasta la caída del frente norte. Hoy en día es un concejo prácticamente rural y ganadero, sigue el puerto de Lastres siendo el cuarto en importancia de Asturias. Geografía Sus vías de comunicación son: la autovía A-8 ( Autovía del Cantábrico), la N-632 que atraviesa el concejo y su capital, de este a oeste, la AS-257 que va a Lastres, la AS-258 que va Libardón y la AS-330 que va a Villaviciosa. Está a una distancia de la capital del Principado de 58 kilómetros. Su población actual es de 3440 habitantes y sus principales núcleos por número de habitantes son: la villa de Colunga su capital, Lastres, Luces, Loroñe, La Isla, Libardón y Lue. Su relieve está marcado en diferentes zonas, al suroeste está la zona Protegida del Paisaje del Sueve con alturas que no superan los 1.000 metros de altitud exceptuando El Picu Pienzu de 1.159 metros, Al norte hay una especie de meseta de entre 100 y 200 metros. Sus cauces fluviales son cortos y poco caudalosos, siendo el principal caudal El Ríu Libardón. Del monte Sueve surge El Ríu Carrandi, otros cursos fluviales son La Riega´l Frayón y La Riega los Llorales.
8 paikallista suosittelee
Colunga
8 paikallista suosittelee
Colunga es un concejo de la comunidad autónoma del Principado de Asturias, España, una parroquia de dicho concejo y una villa comprendida en dicha parroquia. La villa de Colunga es la capital del concejo. El concejo de Colunga limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con Parres y Piloña, al este con Caravia y al oeste con Villaviciosa. Cuenta con una población de 3440 habitantes (INE, 2017). La parroquia de Colunga tiene una extensión de 3,22 km² y únicamente comprende la villa de Colunga (1.167 habitantes). Historia Prehistoria No son muchos pero si han aparecido indicios de la presencia de hombres del paleolítico que habitaban en las cavernas. Cerca de Gobiendes se encuentran las Cuevas de Obaya, donde, junto con las de Taraxu (en Nozaleda), El Molino (en Libardón), se han encontrado restos de talla que muestran que Colunga fue habitada por aquellos cazadores entre el Paleolítico Medio y el Paleolítico Superior (hace unos 40.000 años aproximadamente. Del Neolítico, última etapa de la Prehistoria y en la que el hombre se hace agricultor y pastor, comenzando, además, a formar pueblos se han encontrado, por vez primera, hachas de piedra pulimentada (Rasa de Luces). Pasando ya a la Edad de Bronce, existen restos metalíticos procedentes de Lastres. La mayoría de estos hallazgos se encuentran actualmente en el Museo Arqueológico de Oviedo. Edad antigua De momento el Concejo de Colunga es el más importante cuantitativamente de todo el Oriente de Asturias en lo que a establecimientos de la cultura castreña se refiere. Hay en el municipio algunos montículos que fueron habitados por agrupaciones prerromanas, destacando los de La Riera, La Isla y el de Villeda. De ellos, El Castiellu de La Riera, es el que muestra una especial singularidad, con un sistema defensivo construido a base de acusadas terrazas escalonadas que se comunican entre sí por medio de rampas. Desde su cumbre se divisa un amplio horizonte. tierra de reyes Las villae (villas) fueron desplazando paulatinamente a los castros. Así, en La Isla, la construcción de su actual iglesia y posteriormente varias excavaciones descubrieron una serie de vestigios correspondientes a un enclave romano. Estos y otros hallazgos subrayan una romanización bastante intensa de la población en tierras colunguesas. Edad medieval En la historia medieval, no hay ningún documento durante los siglos X y XI que aglutinase una serie de lugares bajo el nombre de Colunga, sí se aplica a una villa. Es en la época del rey Bermudo III, cuando se tienen noticias de un territorio denominado Colunga, así sus representantes participan en el concilio celebrado en Oviedo en 1115 pero estaba incluida dentro del territorio de Caravia. Es en el siglo XIII, cuando el alfoz de Colunga, se dota de una nueva cabecera territorial que será la puebla de Colunga que coincide con la época repobladora de la monarquía castellana en Asturias. Esta puebla no conseguirá ser un verdadero centro urbano, puede que en parte debido a la proximidad de las pueblas de Ribadesella y Maliayo, o también debido al empuje de La Isla o al enclave pesquero de Lastres, como centros importantes. Estas tierras pasaron a Enrique de Trastamara futuro Enrique II de Castilla, que se las dejaría a su hijo bastardo el conde don Alfonso que estuvo en continua rebelión contra la autoridad real. El conde fue derrotado en el siglo XIV y todas esta tierras vuelven a la corona. En el siglo XVI, el puerto de Lastres experimenta un importante crecimiento teniendo tráfico mercantil, actividad pesquera que generaba otras labores a su alrededor o la captura de ballenas. Siendo este puerto el mayor núcleo urbano del concejo. Edad Moderna Ayuntamiento de Colunga. La Edad Moderna, todavía había dos cotos eclesiásticos, el de Caravia y el de Carrandi y no fue hasta la desamortización de Felipe II, cuando el enclave de Carrandi fue comprado por Gonzalo Ruiz de Junco, que pertenecía a una de las más relevantes familias de la aristocracia local. Es en el siglo XVI, cuando hubo varios cambios: se constituirá el ayuntamiento de Colunga, un temporal destruye las instalaciones portuarias de Lastres que no se restauraría hasta finales del XIX, Esto trajo un progresivo declive del puerto, durante esto siglo Quedando Colunga bajo una economía y administración de tipo medieval, con una población modesta. Edad contemporánea Es en el siglo XIX, cuando la guerra de la Independencia trajo la invasión de Colunga por dos veces, saqueando la villa y quemando el archivo municipal. Durante este siglo el concejo quedó fuera del proceso de industrialización y su estructura económica estará basada en la agricultura. Su nuevo puerto de Lastres no trajo el tráfico mercantil esperado, tal vez por haber otros enclaves portuarios mejor dotados y mejor situados. En el siglo XX, tuvieron un importante papel las fortunas traídas de América por los indianos, materializado en un progreso del sector constructivo. En la Guerra Civil, Colunga quedó dentro del territorio republicano hasta la caída del frente norte. Hoy en día es un concejo prácticamente rural y ganadero, sigue el puerto de Lastres siendo el cuarto en importancia de Asturias. Geografía Sus vías de comunicación son: la autovía A-8 ( Autovía del Cantábrico), la N-632 que atraviesa el concejo y su capital, de este a oeste, la AS-257 que va a Lastres, la AS-258 que va Libardón y la AS-330 que va a Villaviciosa. Está a una distancia de la capital del Principado de 58 kilómetros. Su población actual es de 3440 habitantes y sus principales núcleos por número de habitantes son: la villa de Colunga su capital, Lastres, Luces, Loroñe, La Isla, Libardón y Lue. Su relieve está marcado en diferentes zonas, al suroeste está la zona Protegida del Paisaje del Sueve con alturas que no superan los 1.000 metros de altitud exceptuando El Picu Pienzu de 1.159 metros, Al norte hay una especie de meseta de entre 100 y 200 metros. Sus cauces fluviales son cortos y poco caudalosos, siendo el principal caudal El Ríu Libardón. Del monte Sueve surge El Ríu Carrandi, otros cursos fluviales son La Riega´l Frayón y La Riega los Llorales.
Pravia es un concejo y una parroquia de la comunidad autónoma del Principado de Asturias de 8384 habitantes (INE, 2017). Limita al norte con Cudillero y Muros del Nalón, al este con Candamo y Soto del Barco, al oeste con Cudillero y Salas y al sur con Candamo y Salas de nuevo. Vestigios históricos hallados en el concejo, prueban la existencia de vida humana ya en tiempos del paleolítico inferior. Dentro de estos hay que señalar los descubrimientos de Sandamías, donde se encontró una gran macheta de piedra, un hacha de mano realizada en material férreo y una especie de raedera convergente de cuarcita hallada en Las Campas de Luerces. Del paleolítico superior hay también elementos significativos como las puntas de flecha halladas. También existen datos correspondientes a la edad del bronce y la edad del hierro, habiéndose reconocido varios asentamientos castreños en el municipio praviano, entre los que cabe citar el Castro de Doña Palla. De la etapa de la romanización, Pravia ofrece diversos testimonios. Uno de ellos se refiere a la identificación con Pravia o con Santianes con la ciudad de Flavionavia, que el historiador griego Claudio Ptolomeo situaba a la orilla izquierda del río Nalón. Se cree que fue fundada en tiempos del emperador Tito Flavio Vespasiano que por él fue nombrado (municipium) Flavium Avia. Otros hallazgos romanos hallados en el concejo son los restos de La Magdalena de la Llera en Santianes, la Estela de motivo funerario encontrada en Los Cabos, y los denarios de Plata hallados en el Castro de Doña Palla. Así mismo durante la época Pravia se convirtió en una importante red de comunicación al ser lugar de pasada de la vía que comunicaba Lugo de Llanera (Lucus Asturum) con el Lugo gallego. Durante la etapa de la monarquía Asturiana, Pravia adquiere una significativa importancia al ser trasladada a sus terrenos la Capital del reino. Este hecho fue realizado gracias a la unión en matrimonio del rey Silo con Adosinda, hija de Alfonso I y hermana de Fruela I, aprovechando que en Pravia existía un antiguo poblado romano. El rey Silo fallece y Adosinda intenta colocar como rey a Alfonso II, hijo de Fruela, al que le sería arrebatado el trono por su tío Mauregato que reina del año 783 al 789. El heredero sería entonces Bermudo. Finalmente Alfonso II el Casto sería el que trasladase la corte a Oviedo poniendo fin a la hegemonía praviana. En el siglo XIII es cuando tiene lugar la fundación de la Puebla de Pravia durante reinado de Fernando III "el Santo", el cual le concede los fueros a Pravia. Esto no implica que en dicho territorio no hubiese asentamiento humano, pues era conocida la existencia de un monasterio en dicho lugar. En concreto el monasterio de San Andrés, cerrada al culto en el siglo XVIII al amenazar ruinas. De esta época también datan la construcción de las murallas, que han ido desapareciendo con el paso del tiempo. Pravia está representada en la Junta General del Principado desde sus orígenes, y del mismo modo está presente en numerosos entendimientos con los concejos vecinos creándose ya desde tiempos del bajo medievo asociaciones, como la unión de los cinco concejos en los que se hermanaba con Salas, Grado, Valdés y Belmonte de Miranda. Con estos mismos concejos más el voto de Somiedo se formó en la Junta General el partido que participaba en la elección del representante en la diputación y del procurador general del Principado. Históricamente la pesca siempre fue un importante elemento económico para el concejo, dada la buena calidad de sus aguas. El río Nalón era el río salmonero por excelencia y el concejo disfrutaba del privilegio de la renta de la pesca media desde Las Mestas del Narcea hasta Espilonga, próxima a la desembocadura del río en San Esteban, siendo el periodo de pesca desde el 1 de enero al 24 de junio. Este privilegio data de 1669. El ayuntamiento se encargaba de recaudar el dinero y lo utilizaba en la construcción de fuentes, caminos, escuelas para el pueblo, etc. Sobre el Concejo de Pravia escribió en 1806, Antonio Juan de Banzes y Valdés en su obra "Noticias Históricas del Concejo de Pravia", en la que abundan los detalles sobre la población y costumbres del lugar. Otro dato histórico de gran importancia para el concejo tuvo lugar en 1836 en la que Pravia pierde la mitad de su extensión aproximadamente al segregarse los terrenos pertenecientes a Muros de Nalón, Soto del Barco y Cudillero que pasaron a formar ayuntamientos propios. De las épocas actuales hay que destacar que Pravia ha sido y es uno de los concejos donde más presentes están representadas las obras indianas en todo el territorio, con multitud de edificios notables así como capillas, fuentes y escuelas que forman parte ya del entorno praviano. En 1943 la Diputación provincial elige mayoritariamente a su alcalde Santiago López Fernández para el cargo de procurador en Cortes en la I Legislatura de las Cortes Españolas (1943-1946), representando a los Municipios de esta provincia2​ Geografía Pico Mirabeche, en Pravia. El territorio de Pravia tiene unas características comunes con la región central-occidental del Principado. Su suelo está compuesto esencialmente por materiales paleozoicos, siendo los devónicos los de mayor presencia, con dominio de las areniscas, cuarcitas, dolomías, pizarras y calizas. Desde el punto de vista orográfico, no se puede destacar el terreno Praviano como montañoso, ya que en él son mayoría las pequeñas y medianas montañas. En el norte tenemos las sierras de Sangreña y las Autedas, al sur la sierra de Sandamías, al oeste las de Ablanedo y la Castañal y al este la sierra de Fontebona. Su altitud máxima se halla en la sierra norteña de Sangreña y corresponde al Pico de Llan de Cubel que alcanza una altura de 678 metros. Otros picos importantes son los del Pico de la Uz en Sangreña (648 m), el Llagunín de la Mata o Andolinas en Ablanedo (642 m), el Muxagre en Sandamías (655 m), el Pico Cueto de Pravia, montes Santa Catalina en Agones y el Pico Mirabeche en Peñaullán, donde son aprovechadas sus arcillas para la realización de cerámicas. Hidrografía Confluencia de los ríos Nalón y Narcea. Su red hidrográfica es de gran importancia, pues la erosión de sus aguas determina la formación del relieve. Tres ríos son los que destacan en la zona, el Nalón, el Narcea y el Aranguín que forman unas magníficas vegas. El Nalón entra en el concejo por la parroquia de Pronga formando hasta el núcleo de Beifar frontera natural con Candamo. Más tarde, formará frontera natural con Soto del Barco, desde el Rosico hasta la desembocadura del arroyo del Pontigo. Baña las tierras Pravianas en una longitud de 13,5 kilómetros. Históricamente siempre fue un río de aguas limpias apto para la pesca, hasta que durante el siglo XX, la industria minera y metalúrgica de su cuenca alta aprovechó su curso para el vertido de residuos y el lavado de mineral. Afortunadamente, desde la década de 1990, se ha sometido a un proceso de recuperación medioambiental. El Narcea entra en el concejo por el sur, concretamente por el núcleo de Luerces, en la zona conocida como El Pontón, formando frontera natural con Salas hasta la zona de La Reguerina, frente a la vega de Repolles. Recorre Pravia durante una distancia de 9 km y tras bañar Quinzanas desemboca en el Nalón, cerca del núcleo de Forcinas. Es un río apto para la captura del salmón siendo, junto con el Sella, el más importante de Europa Sur - Occidental para esta práctica. El Aranguín es el tercer río en importancia del concejo. Se adentra en territorio Praviano por el Oeste en la zona conocida como Los Zarrucos, en el núcleo de La Castañal. Recorre algo más de 15 km hasta dar sus aguas al Nalón, entre el núcleo de Pravia y Agones. Es río eminentemente truchero.
8 paikallista suosittelee
Pravia
8 paikallista suosittelee
Pravia es un concejo y una parroquia de la comunidad autónoma del Principado de Asturias de 8384 habitantes (INE, 2017). Limita al norte con Cudillero y Muros del Nalón, al este con Candamo y Soto del Barco, al oeste con Cudillero y Salas y al sur con Candamo y Salas de nuevo. Vestigios históricos hallados en el concejo, prueban la existencia de vida humana ya en tiempos del paleolítico inferior. Dentro de estos hay que señalar los descubrimientos de Sandamías, donde se encontró una gran macheta de piedra, un hacha de mano realizada en material férreo y una especie de raedera convergente de cuarcita hallada en Las Campas de Luerces. Del paleolítico superior hay también elementos significativos como las puntas de flecha halladas. También existen datos correspondientes a la edad del bronce y la edad del hierro, habiéndose reconocido varios asentamientos castreños en el municipio praviano, entre los que cabe citar el Castro de Doña Palla. De la etapa de la romanización, Pravia ofrece diversos testimonios. Uno de ellos se refiere a la identificación con Pravia o con Santianes con la ciudad de Flavionavia, que el historiador griego Claudio Ptolomeo situaba a la orilla izquierda del río Nalón. Se cree que fue fundada en tiempos del emperador Tito Flavio Vespasiano que por él fue nombrado (municipium) Flavium Avia. Otros hallazgos romanos hallados en el concejo son los restos de La Magdalena de la Llera en Santianes, la Estela de motivo funerario encontrada en Los Cabos, y los denarios de Plata hallados en el Castro de Doña Palla. Así mismo durante la época Pravia se convirtió en una importante red de comunicación al ser lugar de pasada de la vía que comunicaba Lugo de Llanera (Lucus Asturum) con el Lugo gallego. Durante la etapa de la monarquía Asturiana, Pravia adquiere una significativa importancia al ser trasladada a sus terrenos la Capital del reino. Este hecho fue realizado gracias a la unión en matrimonio del rey Silo con Adosinda, hija de Alfonso I y hermana de Fruela I, aprovechando que en Pravia existía un antiguo poblado romano. El rey Silo fallece y Adosinda intenta colocar como rey a Alfonso II, hijo de Fruela, al que le sería arrebatado el trono por su tío Mauregato que reina del año 783 al 789. El heredero sería entonces Bermudo. Finalmente Alfonso II el Casto sería el que trasladase la corte a Oviedo poniendo fin a la hegemonía praviana. En el siglo XIII es cuando tiene lugar la fundación de la Puebla de Pravia durante reinado de Fernando III "el Santo", el cual le concede los fueros a Pravia. Esto no implica que en dicho territorio no hubiese asentamiento humano, pues era conocida la existencia de un monasterio en dicho lugar. En concreto el monasterio de San Andrés, cerrada al culto en el siglo XVIII al amenazar ruinas. De esta época también datan la construcción de las murallas, que han ido desapareciendo con el paso del tiempo. Pravia está representada en la Junta General del Principado desde sus orígenes, y del mismo modo está presente en numerosos entendimientos con los concejos vecinos creándose ya desde tiempos del bajo medievo asociaciones, como la unión de los cinco concejos en los que se hermanaba con Salas, Grado, Valdés y Belmonte de Miranda. Con estos mismos concejos más el voto de Somiedo se formó en la Junta General el partido que participaba en la elección del representante en la diputación y del procurador general del Principado. Históricamente la pesca siempre fue un importante elemento económico para el concejo, dada la buena calidad de sus aguas. El río Nalón era el río salmonero por excelencia y el concejo disfrutaba del privilegio de la renta de la pesca media desde Las Mestas del Narcea hasta Espilonga, próxima a la desembocadura del río en San Esteban, siendo el periodo de pesca desde el 1 de enero al 24 de junio. Este privilegio data de 1669. El ayuntamiento se encargaba de recaudar el dinero y lo utilizaba en la construcción de fuentes, caminos, escuelas para el pueblo, etc. Sobre el Concejo de Pravia escribió en 1806, Antonio Juan de Banzes y Valdés en su obra "Noticias Históricas del Concejo de Pravia", en la que abundan los detalles sobre la población y costumbres del lugar. Otro dato histórico de gran importancia para el concejo tuvo lugar en 1836 en la que Pravia pierde la mitad de su extensión aproximadamente al segregarse los terrenos pertenecientes a Muros de Nalón, Soto del Barco y Cudillero que pasaron a formar ayuntamientos propios. De las épocas actuales hay que destacar que Pravia ha sido y es uno de los concejos donde más presentes están representadas las obras indianas en todo el territorio, con multitud de edificios notables así como capillas, fuentes y escuelas que forman parte ya del entorno praviano. En 1943 la Diputación provincial elige mayoritariamente a su alcalde Santiago López Fernández para el cargo de procurador en Cortes en la I Legislatura de las Cortes Españolas (1943-1946), representando a los Municipios de esta provincia2​ Geografía Pico Mirabeche, en Pravia. El territorio de Pravia tiene unas características comunes con la región central-occidental del Principado. Su suelo está compuesto esencialmente por materiales paleozoicos, siendo los devónicos los de mayor presencia, con dominio de las areniscas, cuarcitas, dolomías, pizarras y calizas. Desde el punto de vista orográfico, no se puede destacar el terreno Praviano como montañoso, ya que en él son mayoría las pequeñas y medianas montañas. En el norte tenemos las sierras de Sangreña y las Autedas, al sur la sierra de Sandamías, al oeste las de Ablanedo y la Castañal y al este la sierra de Fontebona. Su altitud máxima se halla en la sierra norteña de Sangreña y corresponde al Pico de Llan de Cubel que alcanza una altura de 678 metros. Otros picos importantes son los del Pico de la Uz en Sangreña (648 m), el Llagunín de la Mata o Andolinas en Ablanedo (642 m), el Muxagre en Sandamías (655 m), el Pico Cueto de Pravia, montes Santa Catalina en Agones y el Pico Mirabeche en Peñaullán, donde son aprovechadas sus arcillas para la realización de cerámicas. Hidrografía Confluencia de los ríos Nalón y Narcea. Su red hidrográfica es de gran importancia, pues la erosión de sus aguas determina la formación del relieve. Tres ríos son los que destacan en la zona, el Nalón, el Narcea y el Aranguín que forman unas magníficas vegas. El Nalón entra en el concejo por la parroquia de Pronga formando hasta el núcleo de Beifar frontera natural con Candamo. Más tarde, formará frontera natural con Soto del Barco, desde el Rosico hasta la desembocadura del arroyo del Pontigo. Baña las tierras Pravianas en una longitud de 13,5 kilómetros. Históricamente siempre fue un río de aguas limpias apto para la pesca, hasta que durante el siglo XX, la industria minera y metalúrgica de su cuenca alta aprovechó su curso para el vertido de residuos y el lavado de mineral. Afortunadamente, desde la década de 1990, se ha sometido a un proceso de recuperación medioambiental. El Narcea entra en el concejo por el sur, concretamente por el núcleo de Luerces, en la zona conocida como El Pontón, formando frontera natural con Salas hasta la zona de La Reguerina, frente a la vega de Repolles. Recorre Pravia durante una distancia de 9 km y tras bañar Quinzanas desemboca en el Nalón, cerca del núcleo de Forcinas. Es un río apto para la captura del salmón siendo, junto con el Sella, el más importante de Europa Sur - Occidental para esta práctica. El Aranguín es el tercer río en importancia del concejo. Se adentra en territorio Praviano por el Oeste en la zona conocida como Los Zarrucos, en el núcleo de La Castañal. Recorre algo más de 15 km hasta dar sus aguas al Nalón, entre el núcleo de Pravia y Agones. Es río eminentemente truchero.